De las uvas a los churros, las celebraciones coparon la comarca
02 ene 2024 . Actualizado a las 22:08 h.La fiesta, igual que la feria, la cuanta cada uno según le va, y en la Costa da Morte hubo, como cada año, decenas de citas para despedir el 2023 y sobre todo darle la bienvenida al 2024, porque la gran mayoría de los festejos se celebran ya entrado el nuevo día, tras la cena, que no suele ser corta. Y, aunque cada una es como es, en general fue una noche fría (aunque no tanto como otros 31 de diciembre casi nórdicos), muy alegre y bastante tranquila, sin incidencias reseñables. Multitudinarias, unas cuantas.
Desde el abarrotado Aldeola, en Cerqueda, con DJ (es lo que manda) hasta la carpa del Recheo de Cee, pasando por el Pastoriza, por citar solo tres espacios con buena afluencia. Una noche que nunca es tal si no tiene continuidad en la mañana del 1, en busca de churros, chocolates o despedidas entre personas que son bienvenidas a un tiempo nuevo. En Carballo, por ejemplo, hasta la hora de comer más convencional se podía ver aún a bastantes jóvenes de retirada. Y antes, colas para los churros, ya fuese en establecimientos habituales, desde la calle Coruña a la Fomento, a los puestos independientes que ya empiezan a ser una tradición en la calle Perú, en la zona del Rego da Balsa, la de Tino y la de Varela, en ambos casos con buenas colas de clientes. Y así, en tantos lugares de la zona.
La Navidad está ya en su recta final, pero hoy sigue con actividades en varios puntos dirigidas a chavales. Así, en las escuelas viejas de Buño organizan un obradoiro de redeiras para niños de 3 a 12 años. En A Laracha, un taller de cocina de Nadal, para niños de educación infantil.