Búfalo, un pastor garafiano de La Palma que vive en Coristanco, acaba de lograr el título en Ciudad Real
04 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Búfalo, un precioso perro, un pastor garafiano de cinco años, acaba de proclamarse campeón de España de esta raza tan particular. Lo ha hecho este fin de semana en un certamen celebrado en Ciudad Real (Exposición Internacional Canina Latin Winner), en el que competían unos seis mil canes, cada uno en alguna de sus muchas modalidades. Los certámenes caninos, como este de la Real Sociedad Canina de España, son un mundo inabarcable para el profano, y hasta complejo para que el que está habituado a ellos.
Lo de precioso aquí es una redundancia, casi un pleonasmo, porque efectivamente se ha impuso en la categoría de belleza. Y el galardón parece además un regalo de la vida, porque Búfalo podría fácilmente no estar vivo. Formaba parte de una camada de siete que dejaron abandonada en un basurero de Puntallana, que alguien vio, detectó que había movimiento, y le abrió la caja y la vida a esos animales.
Fue así como Búfalo llegó a la vida de Juan Salvadores Canedo, que acababa de llegar de Estados Unidos, de Oklahoma, y ese perrito que le cedieron era «el más feo». Se encontraba en un estado «miserable, negro, pequeñito... Parecía un caniche. O un búfalo en miniatura, de ahí el nombre», explica. Hasta el veterinario era reacio a vacunarlo, tal y como estaba. Pero fue creciendo (ya pesa 35 kilos) y embelleciendo, como la mariposa que sale de la crisálida.
Puntallana es un municipio de La Palma, al sur de Barlovento, donde vivía Juan Salvadores Canedo (1957), coruñés de Monelos con raíz materna en Rebordelos (Carballo) que fue agente forestal en la isla canaria desde 1985 y se jubiló el año pasado. Fue además profesor en Estados Unidos cuatro años, es entrenador nacional de fútbol y ahora reside en Seavia, Coristanco, en una casa que restauró. También Búfalo y otro perro de excelente cualidades, inseparables los dos. La raza garafiana se asentó, sobre todo, en el municipio palmero de Garafía, limítrofe al Oeste de Barlovento. Todo queda en la isla, aunque haya ejemplares por toda España. Ya para lograr este título nacional ha habido que superar varias pruebas específicas, además de otra básica en Madrid. No es llegar y ganar, sino sumar puntuaciones excelentes. Y tener suerte, como sacarlo de aquella caja.