Las urnas ecológicas empiezan a ganar terreno en la Costa da Morte

Melissa Rodríguez
Melissa R. S. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana García

Especial de Difuntos | Existe la posibilidad de que lleven en un apartado una semilla, que dé lugar a un árbol o una planta

01 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya un tiempo que en las cremaciones es obligatorio usar un féretro con certificación ecológica del fabricante para reducir el impacto ambiental. Esto implica, en los hechos, que la caja no lleve herrajes metálicos ni barnices sintéticos, entre otros aspectos. Este ataúd tiene un coste de unos 700 euros, el más bajo, según explica Manuel Pombo, del Grupo Bergantiños y Tanatorios Pombo Vázquez. Cosa distinta son las urnas biodegradables, esas que también son imprescindibles para poder depositar el utensilio, por ejemplo, en el mar, sin contaminar. Pero también en la tierra. Y ahí, el abanico es más amplio. Suelen ser de arcilla. Lo cierto es que pueden llevar un apartado superior en el que depositar la semilla para que, con el paso del tiempo, dé lugar a una planta o un árbol que homenajee a la víctima. Este recipiente, entre otros, lo ofrecen, por ejemplo, en la Costa da Morte, en los servicios funerarios Santa Marta-Virxe Milagrosa, donde las urnas ecológicas están en auge: «Son as que máis se adoitan solicitar», traslada Gonzalo Bello. No es la tónica que predomina en otras empresas como San Antonio o Costa, aunque van dándose casos de gente que las demanda. En el Grupo Bergantiños, el precio de la urna que tienen más económica se sitúa en los 90 euros.

Las divisibles son cada vez más demandadas

Carlos Costa, de pompas fúnebres en Soneira, cuenta que las urnas divisibles, idóneas para cuando son varios los familiares interesados en guardar las cenizas —es el caso de los hijos—, están en auge. Cada vez son más los interesados en solicitarlas. Una opinión que comparten en Santa Marta-Virxe Milagrosa, donde avanzan que son más todavía las posibilidades existentes: desde collares o pulseras que contienen una parte de los restos, hasta piedras hechas a raíz de las cenizas y que emulan un diamante.

La incineración es un proceso que crece con los años. Muchas veces, porque las familias no tienen panteón. Los interesados en este proceder deben saber que, en caso de no querer deshacerse de los restos o tampoco tenerlos guardados en casa, existen los columbarios, en el crematorio San Antonio, por ejemplo, donde es posible realizar visitas y llevar flores a través de una cuota de alquiler anual.

Tanto en los ataúdes como en las urnas y en otros artículos vinculados al sector, la tendencia que impera entre los clientes es reducir los gastos yendo a lo más sencillo.