El pelotón más variado y animado tomó las calles de A Laracha

Antón Lestón Lago
Antón Lestón CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

DÍA DA BICICLETA | Más de 350 personas participaron en esta marcha, que terminó en Caión

13 ago 2023 . Actualizado a las 21:31 h.

Que la rutina mata el amor no es cierto. Por lo menos en A Laracha, donde el Día da Bicicleta va ya por su 34.ª edición, gracias a la organización del Concello, La Voz de Galicia y Radio Voz y al patrocinio de Vegalsa-Eroski, y los amantes de los pedales continúan siendo tan fieles a la cita como en las primeras ocasiones. Algunos de aquellos pioneros, de hecho, fueron pasando el testigo a sus descendientes, convirtiendo la jornada de este domingo en una oportunidad fantástica para ver a ciclistas de todas las edades, en familia o por solitario. Todos tomaron la salida, sobre las 11.10 horas, en la Praza do Concello, donde se les entregó una camiseta que cambió el verde fosforito del año pasado por un tono anaranjado que distinguía igual de bien al profundo pelotón que se escapaba al alcance de la vista en las primeras rectas.

Un par de veteranos acompañaron, durante la mayor parte del recorrido, a los más jóvenes en la cabeza de esta marcha que nada tiene de competición. Por eso tanto desde Protección Civil como desde la Policía Local intentaban que el ritmo no se elevase demasiado, con el objetivo de que todos pudiesen seguirles. Lo cierto es que también ahí volvió a ser muy destacable la labor de ambos cuerpos de seguridad, imprescindibles para que los más de 350 inscritos disfrutasen por igual.

Y es que no hacía falta más que dar una vuelta entre el pelotón para comprobar los tan distintos perfiles de ciclistas. Había muchos representantes de los clubes, de los locales (Laracha en 2 Rodas, Downhill, Club Ciclista Laracha, De Ves en Cando Caión) y de vecinos como el Media Ducia carballés. Otros eran pedaleadores más esporádicos y otros, no obstante, reconocían que eran la única vez que se subían a la bicicleta en todo el año. Vehículos entre los que también había gran diferencia. Algunas tenían más años que muchos de los participantes, otras estaban modernamente preparadas y unas pocas tenían la ayuda extra de la batería.

Aun así, nunca se creó una distancia enorme entre la cabeza y la cola, gracias a los agrupamientos y al avituallamiento en lo alto del Monte da Estrela, donde tuvieron un merecido descanso tras subir la cuesta más dura de un recorrido de once kilómetros, que ya había pasado por los dos principales núcleos interiores del municipio (A Laracha y Paiosaco) mientras muchos vecinos animaban a los y las deportistas cuando pasaban por delante de sus viviendas. Un gran ambiente más especial, si cabe, para los que lo vivieron en familia. Pues la de padres e hijos unidos fue una imagen muy repetida. En algunos casos, de forma literal a través de una correa o de un carricoche en donde los pequeños iban disfrutando del paisaje. En otros, eran los más jóvenes los que le pedían más velocidad a sus progenitores, mientras cuadrillas de amigos aventuraban más adelante cuánta gente habría en Caión para recibirlos.

ana garcia

El que más se acercó mencionó a «unhas cen persoas», que esperaban a los ciclistas con los móviles en alto en la Praza Vila Fano, donde la mayoría aprovechó para refrescarse en la fuente y donde se llevaron a cabo los sorteos antes de que dos autobuses llevasen de vuelta, de forma gratuita, a todos los participantes, de vuelta a A Laracha.

La unión hizo la fuerza ante el calor 

En una jornada tan calurosa como la de ayer, muchos optaron por unir esfuerzos. Fue el caso del presidente del Laracha en 2 Rodas, Juan Páramo y su compañero Diego, invidente, con el que completó el trayecto subido en un tándem. «Dende fai un ano saímos sempre xuntos e a verdade é que cando o probas xa non queres outra cousa, é unha verdadeira pasada», comentaba. Ayer se montaron en la eléctrica, aunque suelen salir en una sin asistencia. «Hai que ir moi coordinados», advertía Diego sobre el funcionamiento, más complicado a la hora de las ascensiones. Otro gran ejemplo lo reflejó Mario Canedo, un joven con diversidad funcional de Arteixo que participó por segundo año consecutivo acompañado de su padre. Ambos forman parte de la Fundación Enki.

Ana García

Bicicleta de regalo para Diego Angulo 

Al terminar el recorrido, tuvo lugar el tradicional sorteo de regalos, con una bicicleta como premio gordo. Se lo llevó Diego Fernando Angulo Castro, un colombiano de 43 años afincado en A Coruña. Descubrió esta marcha el sábado y decidió apuntarse junto a otro compañero del club Adventista. El pequeño Breo ejerció de mano inocente y entregó otros ocho regalos a otros tantos participantes. Un jamón, cortesía de Eroski, tres equipamientos completos ofrecidos por La Voz, una mochila o un inflador portátil fueron algunos de los objetos con los que se premió al esfuerzo. El galardón al más joven fue para Azai Gerpe, que aún no cumplió los dos años, mientras que el más veterano se lo volvió a llevar Andrés García Mol, que hará 79 el próximo mes. Además, La Voz de Galicia puso a disposición de todos los inscritos, de forma gratuita, ejemplares del periódico.

Ana García

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