Manuel Añón: «La clave es adaptarse a los tiempos y trabajar»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

A LARACHA

BASILIO BELLO

Entrevista | El grupo del industrial larachés cerró el ejercicio 2022 con récords históricos de facturación y empleo, con casi mil millones en ingresos y 1.040 empleos repartidos en los 14 centros de trabajo

05 oct 2023 . Actualizado a las 13:47 h.

Manuel Añón Rey (Paiosaco, 1962) dice que no tiene intención de jubilarse y que disfruta estando al pie del cañón, aunque el «día a día» de sus 14 empresas lo llevan sus hijos, Manuel y Gonzalo, que representan a la tercera generación del Grupo Hierros Añón.

—¿Como fue el 2022 para su grupo siderúrgico?

—Fue un gran año para nosotros.

—¿En cifras?

—Casi mil millones de ingresos. No llegamos a ellos, pero casi.

—Es el récord de facturación?

—Sí, pero no se debió al aumento de la demanda. Más bien, al incremento de los precios [materias primas]. Ahora han vuelto a bajar, pero el pasado año estaban muy altos. Le pongo un ejemplo, la tonelada de acero ronda ahora mismo los 600 euros y el año pasado andaba sobre los mil.

—¿Y el empleo directo?

—Entre 1.030 y 1.040 puestos de trabajos directos en la actualidad.

—¿En una entrevista publicada en diciembre habló de la posibilidad de aumentar su imperio siderúrgico. ¿Hay novedades al respecto?

—El año pasado no hemos comprado ninguna empresa.

—¿Hay planes de expansión para el 2023?

—Sí, alguna cosa habrá antes de finalizar el año, pero todavía está sin confirmar y por eso es mejor ser precavidos.

—¿Habrá inversiones en la comarca?

—No lo tenemos previsto.

—Por cada mil euros que ingresa Hierros Añón, ¿cuántos proceden del mercado nacional y cuántos del foráneo?

—Un 25 por ciento de nuestra facturación procede de los mercados foráneos y el resto, del mercado nacional.

Manuel Añón, con sus hijos Manuel y Gonzalo
Manuel Añón, con sus hijos Manuel y Gonzalo BASILIO BELLO

—¿Cuáles son las claves del éxito del Grupo Hierros Añón en un contexto tan complicado como el actual?

—Adaptarse a los tiempos y trabajar. Trabajar mucho, como hicimos toda la vida. Esa es la clave. Hay tiempos mejores y tiempos peores, pero trabajar hay que trabajar, y muy duro. No es algo de ahora, es de toda la vida.

—¿Que previsiones tiene con respecto al mercado siderúrgico en este 2023?

—El primer trimestre estuvo bien. Pero a partir de ahí ha caído todo: la construcción, la industria... Todo. Las perspectivas no son nada alentadoras. No vamos a entrar en pérdidas, seguiremos con beneficios, pero no serán los de años anteriores. Está bajando el consumo y los precios de los materiales, por lo tanto, el escenario previsto es otro diferente. Sin embargo, se mantendrán los sobrecostes vinculados a la energía y el gas. Ese es nuestro gran problema y más si cae el consumo. De ahí que la previsión de aquí a final de año es que las cosas empeoren, tanto en márgenes como en consumo. Porque, claro, cuando caen las expectativas de consumo se genera un efecto de desesperación, sobre todo por vender y convertir todo en liquidez, es decir, en dinero, y esa tendencia provoca que los precios caigan, incluso por debajo de los precios de coste.

«Es un buen momento para comprar y nosotros somos un grupo comprador, no vendedor»

Manuel Añón Rey analiza también el futuro de su holding a corto plazo.

—Con este escenario que vaticina, ¿está pensando en desprenderse de alguna de sus empresas?

—No. No tengo ninguna intención. Es más, es un buen momento para comprar, y nuestra filosofía es que somos un grupo comprador, no vendedor.

—¿Cuál fue beneficio del Grupo Añón a cierre de 2022?

—Pues tuvimos 85 millones de Ebitda, es decir, antes de impuestos, intereses y amortizaciones.

—¿A qué achaca estas oscilaciones de los mercados?

—Personalmente lo achaco a la incertidumbre económica, a la guerra [de Ucrania] y a las subidas de tipos de interés. Los tipos de interés están causando verdaderos estragos, porque de pagar un punto a pagar cinco puntos y medio... Evidentemente, el consumo se contrae. Este freno se nota mucho en las inversiones empresariales, en la compra de viviendas... En todo.

VÍTOR MEJUTO

—Usted es uno de los promotores del centro comercial de A Revolta de Carballo. ¿Cómo valora este arranque?

—Ha sido un completo éxito, de momento, y esperamos que continúe así.

—¿Cuáles son las claves del éxito?

—Para mí, la presencia de tiendas, pertenecientes a grandes grupos, que no existían en la comarca. Había gente que antes pasaba por Carballo para ir a los centros comerciales de A Coruña y ahora a esta gente le ha surgido la oportunidad de tener lo mismo, pero mucho más cerca y la aprovecha. Esa es mi opinión.

—¿Cómo valora la complicada situación en Celsa Atlantic en A Laracha? ¿Se plantea comprar la factoría de Lendo?

—Pues no lo sabemos, porque primero habrá que saber si esos fondos de inversión [foráneos] van a vender o no van a vender. De momento, estos fondos están tomando posesión de la empresa. Eso se sabrá más adelante, pero no ahora ¿planeármelo [una compra]? Pues si aparece la oportunidad, ¿por qué no? Es una, empresa de nuestro sector. Pero, vamos, no tenemos ni contactos ni cosa alguna, de momento.