
Cómo cambió tu pueblo... | La península larachesa vivió una gran transformación en apenas medio siglo
24 dic 2023 . Actualizado a las 04:47 h.Bucear en los nombres de las calles ayuda a veces a reconstruir una parte de la historia, y el nomenclátor actualizado en el 2020 de Caión, precisamente por justicia con la historia, permite conocer episodios y formas de vida que los mayores de esta hermosa península larachesa todavía recuerdan. Es el caso de una rúa de nueva apertura en la zona de A Ínsua: Muíño do Vento. Este todavía se aprecia en la esquina superior izquierda de la fotografía antigua que encabeza esta información. Marcos Emilio Amado, historiador local, sitúa la imagen hacia finales de los años 50 o comienzos de los 60. Apenas si han pasado seis decenios, pero es tiempo suficiente para apreciar los cambios experimentados por la localidad: si otrora la pesca era capital, hoy en Caión se mira al mar de otra forma distinta, destacadamente desde el punto de vista turístico.
Cuando fue tomada esa imagen hoy antigua ya se había construido la carretera que baja de la plaza al puerto. Antes era todo acantilado y camino, «pendiente sencillamente pavorosa», como relataba La Voz en la crónica de una particular visita a esta villa, año 39. Por aquel entonces las comunicaciones eran tan deficientes que desde A Coruña, rezaba ese texto, casi sería más rápido llegar a Caión por mar. En los años 50 esas casas que se ven eran de piedra, todavía no había llegado ni el cemento, ni el hormigón, ni la construcción desordenada que mudó la faz de una villa marinera en la que hoy, repartidas entre el antiguo barrio de San Roque y el Rueiro das Figueiras, principalmente, apenas si quedan cinco o seis antiguas casas de pescadores.

Ya no funciona tampoco la fábrica de salazón —sí hay cetárea, y es referencial— y la zona de A Ínsua, antes baldía de edificios, se aprecia en la imagen actual ya urbanizada: es ahí, de hecho, donde en su día hubo un campo de fútbol, donde se ha levantado uno de los inmuebles más singulares de Caión, el centro sociocomunitario, inaugurado en el 2021.

Marcos Emilio Amado (1973) se recuerda de niño ayudando a subir chalanas al camino que va a la plaza. Había que hacerlo a pulso, a fuerza de brazo, cuando se anunciaba temporal y marexada. El puerto actual, más grande y con el espigón que ahora abriga del bravo Atlántico, todavía no había llegado. Tampoco el icónico paseo marítimo desde el que en verano tantos admiran las puestas de sol: su primer tramo es de finales de los 90 y el segundo se inauguraría aún en el 2004. Bajar desde él a las playas es hoy cuestión de dar unos cuantos pasos, pero en la juventud de Amado, a excepción de As Salseiras, hacerlo era internarse en leiras y en muy vertiginosos descensos.

El ocaso de la pesca, aunque Caión siga teniendo su cofradía, ha mudado asimismo la forma de vida. Ya no arriban a puerto todos aquellos barcos con sabrosa sardina que Maruja da Vichola recordaba en el 2020 a sus 95 años, ella que fue peixeira desde niña, cargada con el cesto en la cabeza y yendo a pie hasta Arteixo. Años de «fartura» en las aguas y de mucha actividad en torno a ella, pero también de dureza. Todo eso mudó, aunque mar, roca y viento aquí nos siguen esculpiendo.
ACTIVIDAD PESQUERA
Infraestructura. Remontándose mucho más atrás de los 50 del siglo XX, cabe recordar que Caión fue uno de los más destacados puertos balleneros de Galicia. Casi 200 años de pesca de estos gigantes del mar: el último ejemplar de ballena franca cazado data del 1699. El centro sociocomunitario inaugurado en A Ínsua en el 2021 evoca, por cierto, el lomo de una ballena. El puerto y el muelle fueron ganando en seguridad, pero más allá de eso en la memoria reciente está la ampliación abierta al público en el 2013 y que ha sido puesta como referente de integración arquitectónica.

Sus departamentos son un «espacio unitario» con «calidad visual» que no pasan desapercibidos a ojo del turista. Este tiene hoy en el paisaje, las playas, el paseo marítimo y el entramado hostelero algunos de sus principales motivos de visita.
SERVICIOS
Sanidad y educación. Caión tiene consultorio. También colegio, el actual entregado en 1991 y levantado a pie del camposanto que se aprecia en el margen superior izquierdo de la fotografía antigua.

DIVULGACIÓN
Arquivo da Pesca. Un buen punto para conocer más de la historia del mar y de la tierra, con la iglesia, el Pazo de Graxal o el antes convento de Santo Agostiño a la cabeza. Caión, festeiro, sigue siendo también peregrinación, a sus Milagres.