Nuevos descubrimientos sobre el dolmen abren otras posibilidades de estudio
26 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La confirmación de que hay nueve the thing, nombre que le dio Elizabeth Shee en 1981 al gravado más peculiar del dolmen de Dombate es una de las cuestiones que el colectivo A Rula expondrá esta tarde en el simposio que se celebra en el centro arqueológico. Pablo Sanmartín, secretario de la entidad, será uno de los encargados de exponer las conclusiones preliminares de un minucioso trabajo que han realizado en la cámara. Lo que han hecho en el yacimiento es lo que hacen siempre ante el arte rupestre: «describir o máis rigurosamente posible os gravados», explica Pablo Sanmartín. Saben que con técnicas nuevas y los más metódicos análisis se producen hallazgos muy llamativos que, en ocasiones, pueden servir para la elaboración de nuevas teorías.
Lo sabe bien Pablo Sanmartín que cuando estuvo por primera vez en Dombate, en el 2001, solo encontró cinco representaciones de the thing. Ahora ha podido contar nueve, como aventuraba Rodríguez Casal.
No es la única novedad de la que informarán hoy, porque a pesar de lo estudiado que está, Dombate sigue dando sorpresas. Las cazoletas, por ejemplo. No hace mucho se creía que eran fruto de la naturaleza, de la erosión, y no de la mano del hombre. Ha sido la observación la que ha conducido a las nuevas apreciaciones. Ha sido la mirada de los quince miembros de A Rula, la que ha logrado ofrecer nuevas visiones del arte rupestre en Galicia, centrado especialmente en la zona de Compostela y ahora también en la Costa da Morte.
Además de Pablo Sanmartín estarán también Luis Leclere, Antón Bouzas, Xosé Lois Blanco y Simón Peña. Quizá se anime alguno más a participar en un acto que consistirá en el pase de un vídeo basado en el trabajo de campo realizado durante dos jornadas y que ha contado con el apoyo de la Diputación, propietaria del monumento, y la colaboración de la empresa UAV Galicia.
Berdoias y Corme
Su presencia en la Costa da Morte es cada vez más frecuente. Acaban de realizar una visita nocturna al yacimiento de Berdoias y el sábado irán hasta los petroglifos de Corme, con la colaboración del Concello de Ponteceso. El colectivo se ha hecho un lugar en el interés de las instituciones por su labor divulgativa y por su especial querencia por las visitas escolares. Ahora han entrado en contacto con el Concello de Cabana y con la Diputación para intentar reproducir digitalmente las losas que componen el majestuoso megalito que fue capaz de enamorar a Pablo Sanmartín.
«É unha lástima, pero por motivos evidentes os visitantes non poden entrar na cámara», explica. Si lo hicieran quizás también se quedarían enganchados del monumento y querrían hurgar, aunque solo fuera con la mirada, por cada uno de sus recovecos.
Sin embargo, es su trabajo cuidadoso de registro de datos lo que hace de la entidad una fuente de información fundamental. Con esos estudios intentan llegar «a unha conclusión o máis razoable para nos e os investigadores», explica Pablo Sanmartín. También tienen un gran espíritu de servicio, «valeirando documentación», algo que a este archivero del Concello de Teo se le da realmente bien. En el colectivo hay de todo, desde arqueólogos hasta técnicos topográficos.
En Dombate han aplicado técnicas modernas y minuciosas, gracias a la luz rasante han revelado nuevos grabados. Las conclusiones que el colectivo presentará esta tarde en el simposio son solo preliminares. Queda mucho trabajo por delante para entregar a la Diputación los resultados de la labor que han realizado.
Habrá que esperar a esta tarde para saber qué pueden significar las cuevitas que los constructores del dolmen gravaron en las losas o los diseños antropomorfos o por qué se enlazan las figuras conocidas como the thing y si son hachas, machetes o incluso ballenas. Buena parte de los misterios de Dombate serán revelados esta tarde, pero otros tantos quedarán ocultos.