El comercio de drogas, sea a gran escala o el mero menudeo, supone un peligro para la salud pública, pero también la seguridad. En este comarca hemos tenido muestras recientemente de cómo se las gastan los protagonistas del trapicheo. Basta con recordar a Idilio, de Fisterra, y a Óscar, de Malpica. De no ponerle freno, en Camariñas puede suceder cualquier día algo similar, además de la cantidad de chavales incorporados al consumo.