Víctor Vigo: «Quedoume a espiña de non gañar ningún título e de ir coa selección»
CAMARIÑAS
Este camariñán jugó 17 temporadas en la Liga Asobal, la élite del balonmano
27 mar 2023 . Actualizado a las 10:09 h.Preguntar por Maradona en Villa Fiorito debe asemejarse bastante a hacer lo propio con Víctor Vigo en Camariñas. Un cariño cocinado a partir de tres ingredientes: talento deportivo, don de gentes y la continua devoción por la localidad que lo vio crecer desde 1984. Víctor empezó jugando al fútbol sala, pero sus amigos acabaron tirando del para que probase el balonmano, que en la capital do Encaixe ya se había asentado como uno de los deportes de referencia desde la década de los 70. Al principio era a nivel escolar, pero desde cadetes comenzaron a competir a nivel provincial y autonómico. «Foi aí cando comezou a atraparme, polas viaxes e por poder competir a nivel máis amplo que no fútbol», recuerda. Que destacase no era una novedad para él, pues lo hacía prácticamente en cualquier disciplina: «Eu nacín con talento para isto. Dasme unha pelota e sei manexala».
No obstante, en el balonmano su ascensión fue meteórica. Pronto se corrió la voz de que en Camariñas tenían una perla en la posición de central y sus actuaciones no hicieron más que darle más volumen. Habitual en las convocatorias del equipo sénior local, que por aquel entonces militaba en Segunda Nacional, y del combinado autonómico, recibió la llamada de la selección española juvenil para una concentración en Guadalajara. Allí comenzó su aventura profesional porque lo vieron varios entrenadores de los equipos que copaban la élite del balonmano. Finalmente, llamó la atención del Alcobendas madrileño y, cuando le propusieron el fichaje, no tardó en concretarse: «Non me custou decidirme polo mesmo motivo polo que me atrapou o balonmán en vez do fútbol. Quería ver ata onde podía chegar», rememora. En su primera campaña en la capital, la 2002-03, disputó más de una decena de partidos en Liga Asobal aún siendo juvenil.
Empezó entonces un recorrido por la élite en el que vistió las camisetas de Alcobendas, Teucro, Logroño, Antequera, Zaragoza y Guadalajara. Etapas, todas ellas, de gran recuerdo: «Son distintos tipos de vestiario e distintas experiencias vitais que inflúen na túa personalidade, na túa visión e na túa vida. Hai que buscar as cousas que aportan sempre, sobre todo se eres unha persoa aberta coma min». No obstante, a nivel deportivo sí resalta la de Logroño como su mejor proyecto: «Xogamos a Champions, quedamos en semifinais da segunda competición continental, pelexamos a Copa do Rei e a Liga...». Fue el mejor momento de una trayectoria que acumula más de mil goles en la primera categoría, otros tantos partidos y amigos y memorias para toda la vida. De hecho, Víctor solo resalta un par de detalles que habrían redondeado su extraordinaria carrera: «Quedoume a espiña de levantar un título, porque estiven moi preto moitas veces e nunca caiu para o noso lado. Iso e, tamén, ser convocado coa selección absoluta, porque antes era un grupo máis pechado e querían levar case sempre aos mesmos», señala.
La tercera pequeña mancha podría ser la de no retirarse en su preciado Camariñas, pues tuvo que hacerlo en Guadalajara, allí donde comenzó todo con aquella concentración juvenil, en el 2019. «No 2017 fun pai e comecei a traballar en Madrid, de onde é a miña muller. Por iso decidín vir para aquí, pero chegou un momento que xa non era viable seguir. Saía da casa ás 7.30 e chegaba ás 22.30», comenta. Eso sí, volvió a jugar en su hogar de forma inesperada, cuando el Concello decidió homenajearlo poniéndole su nombre al pabellón municipal y organizando un partido de leyendas locales: «Foi incrible, non o esperaba para nada porque esas cousas adoitan facerse cando estás morto ou xa vas moi maior. É unha marabilla que che recoñezan tanto por facer algo que gocei sempre. Ademais, xogar alí cos meus amigos e poder irnos de cañas despois, iso non hai cartos que o paguen», resalta un Víctor que presume de Camariñas siempre que puede: «Non é que fale ben, falo o que hai, e aínda nunca veu alguén, dos que lle recomendei ir, a dicir me que lle mentira».
En los quirófanos
Actualmente, Víctor es comercial de una empresa de prótesis corporales y su labor pasa por estar en los quirófanos para solucionar al personal médico cualquier duda sobre el producto. Una oportunidad en la que el balonmano jugó un papel crucial, pues el expresidente es una leyenda del Barcelona y en la empresa hay varios exjugadores. «No quirófano dinnos moitas veces que se nota que vimos do deporte profesional, pola nosa capacidade de resistir a presión e polas continuas ganas de aportar», concluye.