
En el pazo de Vilar de Francos se reunieron medio millar de personas
03 ago 2015 . Actualizado a las 00:55 h.La fecha fue elegida un poco al azar. La idea era que fuera en verano para «tener un día bueno», explicó Mané Calvo, consejero delegado del Grupo Calvo, y la demanda se cumplió. Un espléndido sábado iluminó el Pazo de Vilar de francos para conmemorar los 75 años que han pasado desde que Luis Calvo Sanz montó su fábrica de conservas de pescado, con la que logró triunfar tras heredar una tienda de coloniales en Carballo.
La celebración estaba pensada para la «gente de toda la vida», según aclaró el consejero delegado del grupo internacional de alimentación, que está presente en más de 70 países. De hecho, este tipo de reuniones se repetirán en Costa Rica, Brasil, El Salvador y otros países en los que Calvo tiene factorías.
Autobuses y coches
En Carballo se reunieron medio millar de personas, muchas de las cuales llegaron al Vilar de Francos en autobuses fletados por la empresa y que partieron de delante de la iglesia. Otros lo hicieron en taxis y en coches particulares. Encontrar el pazo carballés no es complicado, pero algunos de los colaboradores de la empresa tuvieron que requerir la ayuda de vecinos de A Feira de Berdillo, en Artes, para encontrar la bifurcación adecuada.
No fue el caso de la Conselleira do Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, quien mostró la «satisfacción do goberno da Xunta» por la labor del Grupo, que tiene otras marcas en Brasil e Italia, que «pon en valor un produto noso» y «vai facendo patria».
Acudieron a la fiesta la inmensa mayoría de la familia Calvo, incluida la que será la cuarta generación y que son en su mayor parte adolescentes.
La fiesta comenzó con un aperitivo en los jardines del pazo, adornados con el color azul de la marca. Ese era el tono de la alfombra que recorría el pasillo de entrada y de la pintura de las pequeñas embarcaciones que había en el jardín. Además, los invitados eran recibidos por un enorme estatua representando el número 75, en el que estaba escrita no solo parte de la historia de la empresa sino también su presente e incluso su futuro: «Calvo vai hoxe pola terceira xeración, segue ampliando mercado, máis sabendo conservar o espíritu familiar, tamén cara fóra. Carballo é o seu lugar, e os carballeses, a súa familia. Con eles leva compartindo 75 anos de historia, sempre colaborando».
Antes de la comida se proyectó un vídeo grabado para la ocasión y varios miembros de la familia Calvo pronunciaron discursos, recordando la historia de la empresa y los retos que tiene de cara al futuro. La celebración se prolongó hasta bien entrada la tarde.