
Romay Castro tiene raíces en Bergantiños desde hace más de 60 años
30 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Con la implantación de Gallega de Mallas y de Comercial Romay Castro, la industria del metal empieza a tomar el polígono carballés de Bértoa, contribuyendo de manera decidida a su desarrollo, toda vez que, sobre todo en el primer caso, puede funcionar como foco de atracción de otras empresas. Justamente el lunes, la junta de gobierno local daba luz verde a la licencia de obra para la construcción de tres naves de Comercial Romay Castro, una importante empresa metalúrgica que tiene ubicación en Lalín y cuyo administrador en José María Romay. Ayer, él mismo explicaba desde su nave de Forestal JM Romay en Silleda, que los trabajos de levantamiento podrían empezar esta misma semana y que, aunque no hay fecha prevista, calcula que en un año o año y medio puedan estar operando desde Carballo. La compañía se dedica a la maquinaria agrícola y agroforestal. Apunta José María que, aunque no se ha pensado al detalle (de hecho no se presentó una licencia de uso específico en el Concello), las naves, de unos 21 metros por 85, aproximadamente, servirían en principio tanto para la construcción como para la distribución y comercialización.
La experiencia de Romay en el sector le viene de familia. Rememoraba ayer que hace más de 60 años que su padre, Eduardo Romay Novo, empezó con la empresa familiar en Pazos (Ponteceso), y que todavía sigue funcionando, gestionada ahora por dos de sus hijos y, por tanto, hermanos de José María. Tenía Eduardo Romay unos 20 años cuando se inició en el ramo, «na forxa, facendo sachadoras ou as pezas de aceiro para os carros das vacas», y ahora peina 89. «Cando meu pai empezou coa empresa eu nin nacera», dice José María. De ahí vienen las conocidas cisternas Romay. La fábrica de Silleda llegó en el 1999. Entre las distintas naves familiares se da trabajo a entre 25 y 30 personas, si bien las de Carballo funcionarían de forma independiente: «É para empezar de novo, aínda que seguramente se traballe do mesmo. Á larga xa se verá», valora el administrador. En O Allo (Zas) funciona asimismo Talleres Romay Castro, regentado precisamente por otro familiar, sobrino de José María Romay.
Por su parte, Gallega de Mallas, empresa fundada por el industrial larachés Manuel Añón. La dirección de la compañía espera poder operar el próximo verano. La nave, con un cuerpo principal y dos áreas de menos tamaño (para administración o laboratorio), tendrá más de 16.000 metros cuadrados, el triple que la de Arteixo. En Bértoa, además, se apostará por la tecnología puntera. La inversión prevista está entre los 10 y los 12 millones y el fin principal será la laminación en frío para sacar malla y derivadas, viguetas, armaduras y estructuras, es decir, diversidad de productos para la construcción. Tanto Romay Castro como Gallega de Mallas se beneficiarán de la bonificación del 95 % del ICIO en Bértoa.