La integración social y urbana de los moinantes, el reto de Carballo

La integración social, urbana y educativa del colectivo moinante es uno de los principales retos de Carballo, si no el principal. Y esa inclusión, el camino a recorrer justamente contrario al de la exclusión por el que se ha ido, se intentará si se logran fondos europeos en la convocatoria de este año.

El documento elaborado para la Estratexia Integrada de Desenvolvemento Urbano e Sostible (Edusi), con el que opta a conseguir seis millones de euros como máximo en numerosos proyectos y líneas de actuación, lo pone negro sobre blanco: «Existe una preocupación del Concello hacia [...] un colectivo en riesgo de exclusión social casi exclusivo de Carballo, los moinantes, cuya integración es necesaria y prioritaria. Conseguir conectar los barrios marginados, que suponen un cinturón alrededor del casco, con el centro de la villa de Carballo, es uno de los objetivos estratégicos que ayudan a la integración social y unificación de todo el territorio».

Es una de las pocas veces que se citan los moinantes sin eufemismos en informes o documentos oficiales. Y no es anecdótico: en sus más de cien páginas hay 22 referencias directas. Analiza las causas, el estado y qué se puede hacer. A la vista de lo redactado, las posibles soluciones pasan por la consecución de esas nuevas partidas para intervenciones formativas y de equipamientos, con el horizonte de aplicación en el 2020, con prórroga de dos años.

La población aludida está identificada: «Es en las zonas perimetrales y de la periferia donde existen los núcleos de asentamiento poblacional de colectivos en riesgo de exclusión social, como son los moinantes. Serían: O Sixto, Carballo de Arriba, Ponte Rosende, A Grela, A Revolta, A Colina y A Brea. Es de especial interés para el Ayuntamiento lograr su integración social y urbanística, para así erradicar las bolsas de pobreza y exclusión».

Aunque en el documento no se matiza, es evidente que no todas las viviendas de los lugares citados son de ese tipo, sino que las que existen, pocas o muchas según el caso, se pueden focalizar en ellos. También lo es que existen muchas familias de este colectivo que se han integrado perfectamente en el casco urbano.

En esta radiografía, lo que sí puntualiza es el estado de sus casas: «No existe una bolsa como tal de infravivienda o chabolismo, aunque en estos núcleos sí hay una mayor concentración de edificaciones en estado ruinoso». Casi un 1 % en Carballo de Arriba, A Grela, A Brea, Ponte Rosende y A Colina, y la mitad de la incidencia en A Revolta. Crece el porcentaje si lo que se analiza es el «grado malo» de los edificios, entre un 3,41 y un 3,91 %, o un 9 % (que desciende al 2,4 % en A Revolta) en «grado deficiente», tomando como base para estas cifras el Atlas de la Edificación Residencial. En el análisis se determina que «el principal problema de carácter social que existe en el municipio es lograr la inserción en la sociedad del colectivo de los moinantes», que no son una etnia diferenciada con identidad propia, «aunque sí tienen algunas similitudes con el pueblo gitano». No son exclusivos de Carballo, también los hay en Ames y Coristanco, pero sí es este concello el que tiene más individuos, donde «nacieron 8 de cada 10). Solo existe un Estudio sociodemográfico sobre la población marginal del Ayuntamiento de Carballo, por la empresa Obradoiro de Socioloxía en el 2002. En aquel año, eran 167 la familias censadas, unas 600 personas, pero su conclusión era que se trataban de muchos más: unos mil, según la Guardia Civil.

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