Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

«Os chavales novos veno todo chan, pero non foi un xardín de rosas»

La Voz

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

07 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ricardo Pérez Villar, todavía adolescente, se dio cuenta que el dinero que había en casa no llegaba para pagar los estudios de su hermana en Carballo, con lo que él se tuvo que quedar con la poca escuela que recibió en Baio y con una porrilla. A los 15-16 años compró esa pequeña maza y se fue a machacar piedra para la concentración parcelaria de Nande. «O primeiro día volvín coas mans cheas de boxigas [ampollas]. Os chavales de agora veno todo chan, pero non foi un xardín de rosas».

A los 18 un amigo le mandó un contrato de Suiza para ir a trabajar a la cantina de una fábrica. «Levaba 1.000 pesetas no bolsillo e meu pai doulle 100 ao revisor do tren para que me coidase. Dende que saín da Coruña ao revisor non o volvín a ver máis», contaba ayer Ricardo, que en el transbordo de Irún a Hendaya rompió la maleta de cartón que llevaba y acabó tirándola con lo que siguió con lo puesto y se tiró 12 horas solo en la estación de Zúrich esperando que fueran a recogerlo. «Non podemos falar nada dos que veñen agora aquí porque nós non o pasamos mellor», señaló Paco en referencia a los tiempos en los que compartía barracón con otros 70 hombres y a todo lo que vino después, desde el peregrinaje por España hasta el conflicto que tienen ahora por la tributación de sus pensiones.