«Le debo lealtad al teatro, cuando he estado mal me ha sacado del agujero»
CARBALLO MUNICIPIO

Máxima expectación en Carballo con la llegada de la gran tragedia griega «Fedra». Juan Fernández Mejías, conocidísimo rostro de la televisión española, interpreta al papel coprotagonista, junto a Lolita Flores
13 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El de Juan Fernández Mejías (Sevilla, 1957) es uno de los rostros más familiares de la producción audiovisual española, pero su trayectoria sobre las tablas es tanto o más intachable todavía. Llega a Carballo con Fedra, una gran tragedia griega en la que juega un papel trascendente, y de la mano de una excepcional compañera de reparto: Lolita Flores.
-¿Es «Fedra» un canto a la libertad de amar?
-Efectivamente. Está inspirada en una primera entrega que hizo Eurípides en su época, y que fue rechazada por el público porque no concebían que una mujer renegase de su marido y declarase su amor por su hijastro. Posteriormente escribió otra ?que fue la que tuvo éxito a nivel internacional? en la que Fedra se sumía en una gran depresión y no expresaba ni verbalizaba todo ese amor y esos sentimientos. Paco Becerra lo que ha hecho es rescatar esa primera idea que tuvo Eurípides. Es una Fedra valiente que pone en riesgo su vida y su matrimonio. Se tambalean los cimientos de su vida por amor, y no tiene ningún pudor en verbalizarlo y hacerlo público. Hay una frase del texto que dice: «Ningún hombre ni ninguna mujer debería sentirse avergonzado por sentir amor».
-¿Cuál es su papel?
-Yo interpreto a Teseo, el rey de la Isla del Volcán, que es donde viven estos personajes. Y soy, además, el marido de Fedra [interpretada por Lolita Flores] y el padre de Hipólito. Teseo es un hombre de estado, que como buen monarca de la época se dedicaba más a los asuntos de su país que a su familia. Daba mucha más prioridad a sus viajes de negocios que a mimar a su mujer. Creo que fruto de esa soledad que siente Fedra comienza a crearse toda esa historia imaginaria con su hijastro.
-Un personaje complicado el que interpreta. ¿De qué manera se lo ha preparado?
-Lo cierto es que fue todo un reto. Tal y como está escrito, Teseo es un rey muy firme y recto. Hablan incluso de que es violento y muy tirano. Pero yo ya estoy un poco cansado de hacer malos, tiranos y perversos [ríe] así que junto con el director y el autor, que estuvo ayudándonos en todo momento, hicimos un gran trabajo en equipo y les propuse que este hombre se rompiera. Al mismo tiempo que su mujer remueve los cimientos del reino con su revelación, él mismo debería derrumbarse también. Hicieron falta muchas improvisaciones y mucho juego. Quisimos traer a los personajes a la tierra, en vez de colocarlos en ese halo grandilocuente que normalmente tienen las tragedias griegas.
-«Fedra» se estrenó en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, en un verdadero templo de la dramaturgia. ¿Qué sintieron?
-La crítica lo ha calificado como el mejor espectáculo que pasó este año por el festival, junto con la pieza inaugural, que corrió a cargo del Ballet Nacional. Fue maravilloso, mágico. Ese espacio es que es muy especial.
-El sábado estreno en Galicia, y en el marco del FIOT.
-Pues para mí es una incógnita, porque nunca he ido a Carballo [ríe]. Espero que tenga buena acogida, porque en los lugares que hemos estado hasta ahora nos fue muy bien, y espero que aquí nos reciban también así de bien. Además estaremos también por Vigo y Lugo. Me hubiera gustado llevarla también a los teatros de A Coruña, pero no se puede estar en todos lados [ríe].
-El FIOT se propone este año atraer a los jóvenes al teatro. ¿Cuál cree que es la clave?
-Pues fíjate, porque aunque esta es una obra clásica, y la tragedia ya de por sí tiene tintes clásicos, se ha hecho un espectáculo muy contemporáneo. En Mérida daba la impresión de que estábamos en otro planeta: por el vestuario, por la puesta en escena tan minimalista... En lo que llevamos hasta ahora hemos comprobado que la a la gente joven si que le gusta, porque es un texto muy directo, nada grandilocuente, ni barroco. Va directo al corazón y a la mente. Eso facilita mucho la labor para que la gente joven haga suyos estos textos clásicos.
-Teatro, cine, televisión... Lo habrá probado todo. ¿Con qué formato se quedaría?
-[Ríe] Yo vengo del teatro, cuarenta y tantos años, ya casi ni me acuerdo. Creo un actor no se debe cerrar a ningún medio. El actor es actor allí donde lo pongan. Aunque si tuviese que escoger, me quedaría con el teatro. El cine y la televisión son mágicos, pero las vivencias que yo he vivido en el teatro no las he vivido en otros lugares. Decía Concha Velasco que el teatro había sido como el mejor de sus amantes, y tiene un poco de razón. A mí nunca me ha fallado. Cuando ha habido un momento malo siempre ha salido un proyecto de teatro que me ha sacado del agujero. Le debo lealtad.
-Tienen en «Fedra» rostros muy conocidos, que siempre vienen bien como reclamo.
-Es que con tener una cabecera como es Lolita Flores ya estamos vendiendo prácticamente toda la taquilla. Aparte de que está espléndida en el personaje, el público queda muy sorprendido porque tienen una imagen de ella muy diferente a la que ven en el escenario. Nos tiene acostumbrados a esa Lolita cantante y divertida; aquí interpreta a un personaje muy duro. Tenemos también a Tina Sáinz, que es una maestra y un referente para todos nosotros. También Críspulo Cabezas, al que yo admiro profundamente; y a Eneko Sagardoy, que se llevó este año el Goya por Handia. Y además, un vestuario de Almudena Rodríguez que, como se dice en mi pueblo, que yo soy de Sevilla quita toas las tapaeras del sentío! Escenografía maravillosa, dirección, iluminación... De ensueño.
-Todo agotado, una lástima.
-Es una pena que vayamos solo un día, porque mucha gente se queda sin entrada. Pero bueno, ¡estaremos por Vigo y Lugo!