
TALENTO PARA EL RESTO DE GALICIA | Hace quince años estrenaba su primer trabajo, el «peixe» de Facal. Desde entonces siguieron otros muchos
30 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Hace 15 años, a finales de mayo del 2004, en Carballo se colocaba la escultura del Peixe, en la rotonda de Ponte da Pedra. En el 2007 llegaría una similar, O Escalo, para la entrada del polígono.
Una y otra son obra del artista Manuel Facal, pero también los creadores necesitan talleres en los que dar forma a su imaginación, con responsables lo suficientemente sensibles al arte y experimentados para que los productos salgan como quiere su artífice. Facal tuvo suerte (o criterio informado), porque dio con Manuel López Andrade, natural de Berdillo, que ahora tiene 67 años. Entonces aún trabajaba en su nave de Artes, en los Talleres López que abrió en el 84 tras dejar otro más pequeño en la recta de Sofán, casi fruto de sus inicios como chapista. En el 2007 ya se cambió para el polígono de Bértoa, donde desde entonces tiene López Corte y Plegados, donde el metal, en sus múltiples formas y aplicaciones, es su hilo conductor. Fue en aquella nave de Artes donde por primera vez se encontró con el encargo de darle vida a las ideas artísticas de otros. Aún no sabe por qué. «Nin idea, non sei como se enterou, ou quen lle informou, eu non busquei nada, nin anunciei nada», señala. Ni se lo esperaba. Pero le gustó ese trabajo. «Si, a min gústame, é algo que me leva idea», reconoce. Y así, sin proponérselo, en estos quince años ha elaborado o dado forma a encargos llamativos que ahora están repartidos por toda Galicia.
El último ha sido elaborar las letras de la Cidade da Cultura, en la nueva rotonda de acceso desde la AP-9. Uno de los proyectos más emotivos fue elaborar el gran lazo metálico tendido al mar, que en el Orzán coruñés recuerda a los tres policías nacionales que murieron tratando de salvar la vida de un joven eslovaco. La escultura, que tiene una pintura especial, se estrenó el 27 de enero del 2017.
En Santiago
También ha colaborado con la gran escultora Soleda Penalta. Ahora el Banquete de Conxo ha recuperado su celebridad, sobre todo gracias al libro de Quique Alvarellos y a varios actos, pero en el 2011 pocos sabían su historia. Penalta, a iniciativa de la Asociación de Veciños Doutor Maceira, diseñó tres grandes piezas (una de ellas, inspirada en Pondal), y se colocaron en el parque de Pontepereda. Muy cerca, un llamativo cruceiro, también de Penalta, en el que Manuel puso la mano de obra. En la comarca destaca la escultura en homenaje a la Cruz Roja, ubicada en Corme, de la autoría de Carlota Cuesta.
Manuel asegura que alguna vez se le pasó por la cabeza realizar su propia creación, pero no tiene tiempo. Está demasiado atareado con el trabajo del día a día como para ponerse a idear obras escultóricas. A ver para la jubilación, que se resiste a llegar, y eso que empezó casi de niño a darle a la chapa: a la carrocera, no a la de hablar.