Mr. Kilombo: «Si en un escenario no tienes nervios, es que ya no te importa tu trabajo»
CARBALLO MUNICIPIO

El cantautor madrileño, que colaboró con artistas como Rozalén o Muerdo, actuará mañana en Carballo, en un concierto gratuito
13 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Miki Ramírez es el nombre real de Mr. Kilombo, un cantante madrileño y su banda, que desde hace más de un decenio han compartido su música en muchos lugares de España e Hispanoamérica. Con millones de reproducciones en las distintas plataformas y colaboraciones con artistas españoles como Rozalén o Muerdo, Mr. Kilombo vuelve mañana mismo a Galicia, dentro de su gira por toda España, Contra todo pronóstico. Actuará en la calle Jacinto Amigo Lera de Carballo, a las 22.00 horas, en un concierto gratuito englobado en las actividades veraniegas del programa Derrubando muros con pintura, en el que se incorporarán cuatro nuevos murales a la colección de la capital de Bergantiños.
-¿Alguna vez pintó murales?
-Nunca. Tengo colegas del barrio que trabajan en Boa Mistura, pero yo nunca he probado, aunque me siento orgulloso cuando veo sus espectaculares trabajos en las ciudades que visito.
-¿Cómo le ha tratado la gente de Galicia en sus visitas?
-He venido muchas veces y siempre me han tratado muy bien y me he sentido supercómodo aquí.
-¿Tiene más fechas en la comunidad?
-No. Tengo un día de descanso en A Coruña, para ir a la playa y tomar unas cervezas en un chiringuito antes de actuar en Cádiz.
-¿Cuáles son sus influencias?
-Escucho mucha variedad, pero no te sabría decir hasta qué punto influyen en mi música. Te puedo decir desde Bob Marley hasta Silvio Rodríguez o Jack Jhonson. Me gusta ir, sobre todo, a cafés musicales, me encanta ese ambiente, como el Café Libertad 8, de Madrid, para escuchar a artistas como Pedro Guerra o Silviana Estrada.
-¿Y alguien gallego a destacar?
-Las Tanxugueiras han sido, para mí, una revelación brutal, e Iván Ferreiro es increíble también, por supuesto.
-¿Hay alguna nueva colaboración programada?
-No suelo planear las colaboraciones. Primero grabo las canciones tal y como nacieron, ya sea con mi voz o con alguien más, y luego, en un café y con un micro ambiente, se improvisa la «colabo», según salen, con naturalidad.
-¿Ha parado durante el confinamiento?
-Al principio sí, pero en junio volvimos a tocar. Como llevamos muchos años trabajando juntos nos adaptamos rápido, aunque el formato también ayuda, porque ya pasábamos de tocar en festivales a tocar en salas más pequeñitas.
-¿Ha cambiado el público?
-Sí. De venir a pegar saltos y a estar desinhibidos, a tener que estar sentados y con mascarilla. Se han reinventado también y logran transmitir alegría y emoción a través de la mascarilla con sus gestos, se nota mucho esta comunicación corporal y demuestran las ganas que tienen de venir a pasárselo bien. Además son brutales algunas historias que te cuentan que se vivieron durante el confinamiento.
-¿Cómo son sus directos?
-Me llaman mucho la atención dos cosas que pasan en los conciertos: la variedad de edades que acuden a verme, lo que hace a mi música muy incluyente, y que siempre salen con una sonrisa, aunque en mi repertorio haya altibajos y no todas las canciones tengan la misma energía, pero siempre salen sonrientes.
-¿Suele descartar muchas canciones?
-Canciones, realmente, no. Si me guardo alguna es por falta de espacio. Soy muy selectivo con mis ideas y descarto muchas, pero cuando tengo una intuición sigo con ella hasta el final, porque no puedes saber si una canción es buena o mala hasta que no ves la reacción del público.
-¿Sufre mucho de los nervios antes de actuar?
-Sí. Yo pensaba que se diluían con el tiempo, pero incluso van a peor. Creo que surgen de la responsabilidad que sientes antes de subir. De todas formas, lo considero una buena señal: si en un escenario no tienes nervios, es que ya no te importa tu trabajo.