Vecinos de siete parroquias de la zona reclaman que regrese su párroco

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

JOSE MANUEL CASAL

Leonel Guauque volvió a Colombia y será sustituido por un cura de Benin

27 ene 2018 . Actualizado a las 16:12 h.

Vecinos de siete parroquias y nueve lugares de culto de Coristanco y Cabana han comenzado a movilizarse para reclamar que regrese el párroco que han tenido en los últimos ocho años, el colombiano Leonel Primitivo Guauque Díaz. No en todas el mismo tiempo (empezó con seis), ya que, por ejemplo, para la última, Corcoesto, fue designado el 30 de septiembre del 2016. Además, para este domingo está previsto que sea presentado, a cargo del vicario y en cada una de ellas, su sucesor, llamado Silvio y procedente de Benin, un pequeño país africano situado entre Togo, Nigeria, Níger y Burkina Faso.

No obstante, muchos de sus antiguos fieles de Valenza, Castro, San Xusto de San Xián (además de la iglesia de Rececinde), San Paio (incluye Centiña), Verdes, Cereo y Corcoesto, piden que vuelva Leonel, y lo hacen reclamando al arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que realice todos los trámites para que pueda continuar su labor pastoral, incluso alguna anuncia que podría no asistir a los oficios religiosos en tanto no haya una solución. Para este domingo está prevista una asamblea vecinal en Cures-Corcoesto (11.30 horas), y en algunos lugares ya ha habido encuentros y puesto en marcha una recogida de firmas, que sigue adelante.

Apoyo vecinal

Luna Casamachin, que reside en Coristanco y es, como Leonel, colombiana, señaló ayer que el cura se fue a su país, como todos los años, de vacaciones, pero que ya no le dejaron volver. «Pidió su incardinación a la diócesis de Santiago, depende del obispo de aquí, pero no se la han dado aún. Y su superior de allá no le deja volver», dice. Asegura que su trabajo en estos años ha sido muy importante: «Ha restaurado imágenes y templos, ha hecho crecer la comunidad, atiende muy bien a todos los fieles...», explica. De ahí esta reacción: «Estamos dispuestos a llegar al Vaticano. Si no nos recibe el arzobispo, como hemos pedido, iremos incluso en manifestación a Santiago. Todo el mundo lo clama, que nos digan qué ha hecho para que no pueda regresar», añade.

El cabanés de Corcoesto Ismael Antonio López coincide: «Fixo moi boas cousas, loitou moito por conservar o patrimonio, os veciños están con el. E ademais el quere volver para aquí, pero non lle deixan», segura este vecino.

El camino inverso de las misiones

Durante muchos años, curas de la comarca, y de otros puntos, salían a América, África o Asia. Algunos siguen en activo, como Jesús Bello Mato o Ramón Insua Lobelos, y otros se acaban de retirar, como Eusebio Calvelo. Pero hubo bastantes más. Ahora ocurre justo al revés. Salvo algunas ocupaciones temporales, el primero que dio el gran cambio fue Desiré Kouakou Tanoh, de Costa del Marfil, que empezó hace unos 12 años en Mazaricos, siguió por las parroquias del sur de Zas y acabó finalmente en las de Cee, donde sigue. Con él se vivió un episodio similar al de Leonel, cuando lo destinaron de Muíño-Zas a otras zonas, y los vecinos se movilizaron como nunca lo habían hecho para lograr que se quedara. Leonel, procedente de Boyacá-Colombia (uno de los 32 departamentos del país) llegó en diciembre del 2009, cuando tenía 46 años. En una entrevista en La Voz confesaba que lo hacía «con ánimo y alegría». Héctor Martínez también está ahora en Cabana. Como su colega, es colombiano, aunque buena parte de su vida la pasó en Estados Unidos. Este año pasado, justo antes de ordenarse, su gran bautismo comarcal fue la romería de San Fins, en la que conquistó a sus fieles con una cercanía que asombró. Y también es de Colombia (de la ciudad de Nueva Pamplona) el cura de Baíñas (y otras parroquias), Carlos Javier Fórez Espinosa. Ahora le llega el turno a un cura de Benin. El domingo empieza su periplo.