Dani Tasende: «Regreso a casa siempre que puedo»

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CORISTANCO

Ana Garcia

Sección Uvas Contadas | El hermano de Angeliño, que milita en el Villarreal Club de Fútbol B, aprovechó las Navidades para estar con la familia en Coristanco

09 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dani Tasende (Coristanco, 2000) vive la sexta temporada consecutiva en el Villarreal Club de Fútbol. Desde que fichó por la entidad amarilla, en el año 2016, ha ido dando pasos hasta estar consolidado en el conjunto filial, que está destacando en el grupo 2 de Primera RFEF. Los castellonenses, antes de la disputa de la jornada 18, marchan segundos, a un punto del líder, el Albacete, si bien tienen un partido menos. En el caso del jugador bergantiñán, ha jugado todos los partidos, siendo pieza clave en el lateral izquierdo. Y ha marcado tres goles, pese a su posición retrasada. Además, el día 30 del pasado mes de noviembre debutó con el primer equipo en la primera eliminatoria de la Copa del Rey contra el Victoria CF coruñés, encuentro que se disputó en Riazor. Salió desde el banquillo en el minuto 62 y el resultado fue arrollador: victoria por goleada, 0-8.

Estas Navidades se ha dejado ver en su casa natal de Coristanco, a donde vuelve siempre que puede, reconoce. Allí se reencontró con su familia, con la que le gusta pasar el mayor tiempo libre posible. Pediría una vida infinita para sus abuelos.

Al igual que su hermano Angeliño, futbolista del RB Leipzig en la Bundesliga alemana y, antes, del Manchester City en la Premier League inglesa, entre otros, se introdujo en el balompié con las Escolas de Fútbol Luís Calvo Sanz de Carballo. Pasan los años, pero As Eiroas continúa siendo su casa y regresa a menudo. Sigue los pasos de su semejante desde muy pequeño y aspira a llegar tan alto.

—Segunda temporada en el Villarreal B y titular indiscutible. ¿Cómo se siente?

—Muy bien. Estoy muy agradecido por la confianza que me están dando y aprovecho cada minuto.

—Están a tres partidos de cerrar la primera vuelta, en la que podrían resultar campeones de invierno. ¿Cuál es el objetivo de esta temporada?

—La meta que tenemos todos es de poder subir a Segunda. Ojalá que así suceda y, si no es posible, estar en lo más alto. Por ahora lo estamos consiguiendo.

—¿Cómo se vio en su debut en Segunda B la pasada campaña?

—Al principio no jugué mucho. Luego empecé a coger confianza y los entrenadores me depositaron la suya, y acabé jugando bastante. Fue una muy buena experiencia que ahora me está ayudando mucho.

—¿En este tiempo tuvo alguna oferta para jugar en una categoría superior?

—Tuve varias, pero al final me quedo en el Villarreal, que me está dando mucha confianza. Llevo tanto tiempo aquí...

—Hace apenas un mes que saltó al césped por vez primera con el equipo de Unai Emery y, además, en su tierra. ¿Cómo vivió ese momento?

—¡Imagínate! Jugar con el primer equipo y, por encima, en Galicia. Mejor imposible.

—Si se tuviese que mojar... ¿Dépor o Celta?

—Claramente del Dépor [se ríe].

—Como usted dice, pese a tener solo 21 años, lleva ya varios en las distintas categorías del Villarreal y ya antes tuvo una salida a la Academia del Manchester City. ¿Cómo llevó ese proceso siendo tan joven?

—Salí muy bien de la experiencia en Inglaterra. Luego llegué al Bergantiños y fue cuando empezó mi carrera hasta ahora. Creo que me ha servido de mucho estar allí y aprender.

—¿Cómo es ser el hermano de Angeliño? ¿Le supone una presión mayor?

—No... La gente me conoce por él, pero no tengo mucha presión.

—Él, que cuenta con la experiencia de jugar en las mejores ligas del mundo, ¿le da algún consejo?

—Sí, claro. Cuando puede, ve algunos partidos míos y siempre me intenta aconsejar. Y al final acabo aprendiendo mucho también por él.

—Físicamente, se podría decir que son como Zipi y Zape: uno rubio y el otro moreno. Pero lo cierto es que en el terreno de juego las similitudes entre ambos son muchas: misma posición y gestos, mucho gol pese a ser defensas... ¿Cómo se dio esta particularidad?

—Desde pequeños éramos inseparables y salió así de forma natural.

—A nivel individual, ¿qué aspiraciones tiene a corto plazo?

—Intentar llegar lo más arriba posible y seguir trabajando y aprendiendo para ser mejor futbolista.

Un poco más de cerca...

El minisubmarino valenciano se mide hoy a domicilio al Algeciras, de la zona media. Será el primer choque tras el parón navideño. El coristanqués espera continuar con los buenos resultados que caracterizaron a la formación, sobre todo, en el arranque liguero, con hasta nueve duelos consecutivos sin perder. En el cómputo global solo suman cuatro derrotas (llevan 34 puntos de los 48 posibles). Llegan a la jornada 18 siendo los más realizadores con 30 dianas, y los menos goleados con 11 tantos encajados.

Tasende adora la comunidad gallega y, en especial, a su Costa da Morte. Se deja ver por la playa de Razo y el último San Xoán lo celebró en Coristanco, con la tradicional hoguera. En este inicio de año nos cuenta cómo fueron sus vacaciones navideñas.

¿Suele regresar a casa en Navidades? Voy siempre que nos dan algunos días en general. Tengo esa morriña de Galicia, de estar tan lejos tanto tiempo. Se echa de menos.

¿Qué es lo que más le gusta hacer cuando pisa su tierra? Cuando voy siempre quiero estar con la familia al permanecer tantos meses fuera y, si hace buen tiempo, salir a tomar algo.

¿Ha tenido algún regalo especial? Unas zapatillas deportivas a las que les tenía muchas ganas. Me las regalaron de sorpresa y fue algo que me gustó mucho.

Si fuese todopoderoso, ¿qué regalaría? ¡Difícil pregunta! Pues... vida infinita.

¿Y a quién le dejaría carbón? Esa sí que es fácil. ¡A mi hermano! Todo, entero [risas].

¿Qué papel juega en las comidas familiares de estas fechas? Suelo ser el que hace los chistes y un poco el tonto en la mesa.

¿Cuál es su comida favorita de Nadal? Que nunca falten los langostinos.