Cierra la emblemática Casa Sánchez, uno de los templos del cocido de la Costa da Morte
CORISTANCO
La gerencia aún no ha decidido si en el futuro habrá una reapertura o si la historia iniciada en 1966 se acabó con el último servicio, que fue el del 30 de octubre
06 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El último banquete de Casa Sánchez fue el benéfico organizado por la junta local de la asociación contra el cáncer de Coristanco. Ya entonces la familia Sánchez Fernández sabía que no habría más, por lo menos en un tiempo indeterminado que lo mismo pueden ser dos meses que unos años. Así, uno de los templos del cocido de la Costa da Morte y emblema culinario de Coristanco cerró sus puertas con el mes, el 1 de noviembre. El lunes aún hubo servicio diario y el martes era el día de descanso. El miércoles ya no abrieron.
Puede que este sea el final de un establecimiento abierto en 1966 por Manuel Sánchez Lorenzo, que falleció en el verano del 2021, y Clarisa Fernández Muñiz, que fue la cocinera hasta su jubilación. Ahora eran su hija Beatriz y su nuera las que habían tomado el timón, junto a su hijo José Manuel, pero por razones personales el equipo necesitaba hacer un parón. Muchos ya saben de la decisión o la intuyen porque el teléfono del mítico restaurante de Silván, en la parroquia de Erbecedo, continúa sonando para reservas. «Chaman mesmo para comuñóns para o próximo ano», explica José Manuel Sánchez. También para cenas navideñas y, por supuesto, para banquetes típicos de entroido, pero la respuesta es que estarán cerrados.
«Imos probar como nos vai», explica el responsable del establecimiento. Ni siquiera se han planteado traspasar. La tercera generación es todavía demasiado joven para saber si lo suyo es la hostelería, por lo que, de momento, no hay recambio generacional. El futuro está abierto. «Se cos anos queren, aquí temos isto. Esperemos que cando sexa a xente aínda nos recorde», señala José Manuel Sánchez.
En todo caso, lo que hay desde el miércoles es un punto y aparte en una historia que está llena de anécdotas, homenajes, galardones y muchas comidas preparadas y servidas.
Casa Sánchez se abrió en Silván como un bar-ultramarinos en el que lo mismo se vendía aceite que jabón y muchos productos a granel, como el arroz, el azúcar a los garbanzos. También dispensaban carburo porque en aquella época muchas de las casas todavía no tenían electricidad. Lo recordaba Clarisa Muñiz (Erbecedo, 1944), que hasta su jubilación fue el alma del establecimiento. Ella fue la primera mujer en dar el pregón de la Festa da Pataca de Coristanco. Habían tenido que pasar 34 años para que alguien que supo llevar este tubérculo a otro nivel se ocupará de abrir la celebración. El año anterior ya la habían reconocido en Lalín, donde reina el cocido. El Concello la reconoció con el premio Toda una vida dedicada a la Gastronomía Gallega.
Hace unos años, coincidiendo con la pandemia, Casa Sánchez comenzó a cambiar, a adaptarse a los tiempos. Cerraban para unas vacaciones de una semana. Por eso, la familia tenía la esperanza de que la noticia del cierre pasara desapercibida, como si correspondiera a un descanso programado. Sin embargo, las llamadas para reservas han impedido poder mantener la discreción. José Manuel Sánchez considera que este es el mejor momento para echar el cierre: «Agora que estamos nun bo momento. É triste, pero moito peor sería ter que facelo porque xa ninguén entra pola porta».
Este establecimiento también ha notado, como otros muchos de la Costa da Morte, la dificultad para encontrar camareros, aunque de lunes a viernes la familia era capaz de hacerse cargo de las comidas de mediodía, pero por las noche ya solo abrían el fin de semana o en ocasiones especiales.