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El TSXG anula la licencia de 52 viviendas de Lábaro en Fisterra

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

En la urbanización Monte Maela proliferan las persianas cerradas y los anuncios de venta.
En la urbanización Monte Maela proliferan las persianas cerradas y los anuncios de venta. alvela< / span>

Los magistrados confirman que el permiso de las viviendas, en la recta de Anchoa, fue dado de forma irregular

18 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La más que polémica urbanización de Lábaro Grupo Inmobiliario S. L. en la Recta da Anchoa de Fisterra, que lleva un decenio en litigio, carece de licencia. Así lo acaba de confirmar el fallo de lo Contencioso del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que ha rechazado todos los recursos interpuestos por el Concello, la empresa y la comunidad de propietarios contra la sentencia dictada por el Contencioso Número 3 de A Coruña el 9 de mayo del 2013, que ahora queda ratificada y además es irrecurrible.

La sentencia redactada por María Azucena Recio González emplea los mismos argumentos para darle la razón a la Xunta de Galicia, que ya había ganado en primera instancia, que se centran en las irregularidades cometidas por la junta de gobierno local para conceder la licencia y para negar después la revisión de oficio solicitada por el Gobierno autonómico.

En aquellas fechas, el 28 de octubre del 2004, cuando se dio el permiso, luego reformado al año siguiente, el urbanismo fisterrán se regía por las normas subsidiarias del 17 de julio de 1996. En base a ellas, según recalca la magistrada, los terrenos de Monte Marela I y II «no eran un solar» porque «no tenían saneamiento», el «grado de consolidación era del 43,40 %» y no se trataba de suelo urbano consolidado. En consecuencia cabía aplicarle los preceptos de la LOUGA para este caso y «no se podía conceder la licencia». Además, en caso de que sí fuese posible, «tampoco se presentó proyecto de urbanización», por lo que «sí procedía» revisar y anular la hipotética licencia como pedía la Xunta.

De igual modo, Recio González determina que «la existencia de un proyecto de estación depuradora de aguas residuales es irrelevante» puesto que fue visada el 17 de noviembre del 2015, en fecha posterior a la concesión del citado permiso. Unas razones que, en cualquier caso, tienen carácter secundario respecto al fondo de la cuestión que es, según su sentencia, que «el proyecto que sirvió de base incumple: edificabilidad máxima, fondo edificable, altura máxima, número máximo de plantas, condición de sótanos y rentranqueos laterales», entre otras cuestiones.

A su juicio, la zona de la Anchoa se caracteriza porque «un entorno marítimo en que preexisten edificaciones aisladas de planta baja» y estos dos bloques de pisos con un total de 52 viviendas «limitan el campo visual» y rompen la «armonía del paisaje», por lo que contravienen los preceptos de la LOUGA. Una normativa que, en términos generales, determina que «las construcciones e instalaciones habrán de adaptarse al ambiente en el que estuviesen».

Por otra parte, la sentencia rechaza todos los argumentos de tipo formal y procesal empleados por los recurrentes, que indicaban que no se podía pedir la revisión de la licencia y al mismo tiempo su anulación o que el plazo para recurrir a los tribunales estaba agotado.

La Anchoa, que fue paradigma del ladrillismo, ahora se rinde a los carteles de venta y alquiler

Lo vorágine constructiva de mediados de la década pasada era tal, que, como señala el alcalde de Fisterra, las licencias se concedían con la previsión de que los servicios básicos, fundamentalmente el saneamiento, se iban a desarrollar de manera simultánea, pero no fue así en casos como este. El ladrillo y los permisos municipales adelantaron a las canalizaciones y depuradoras y de ahí el sentido de este tipo de fallos judiciales.

La Recta da Anchoa sirvió de paradigma de aquellos años en los que se creía o se quería creer que la demanda de vivienda vacacional en latitudes en las que el invierno dura la mitad del año iba a resultar infinita.

De hecho, pisos que hoy tranquilamente se puedan adquirir con 50.000 euros en mano se anunciaban por más de 200.000 en periódicos de Madrid. Incluso se llegaba a pagar el doble por algunos chalés, con lo que las ambiciones, las prisas e incluso la presión para los gobiernos locales eran máximas, porque veían en las licencias el maná para expandir servicios, realizar inversiones antes impensables y que los respectivos mandatos pasasen a la historia de la zona.

Ahora de todo aquello queda poco menos que la sombra y en ocasiones incluso el rastro de urbanizaciones imperfectas y calles a medio acabar. Entre tanto, en las codiciadas propiedades, tal día como hoy predominan las persianas bajadas y los carteles de «se vende» o «se alquila» de particulares resultan cuando menos tan visibles que los de las propias inmobiliarias.

El alcalde apela al PXOM para que se puedan legalizar y descarta el derribo en cualquier caso

El alcalde de Fisterra, José Manuel Traba, explicó ayer por la tarde que, desde su punto de vista, no hay riesgo alguno de que se llegue al extremo de tener que derribar estas construcciones, alguno que no ha ocurrido tampoco en el resto de casos conflictivos de la Recta da Anchoa, pese a los numerosos procesos judiciales abiertos.

Señala que la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) debe servir para legalizar esta urbanización, puesto que ya ofrece esa posibilidad el Plan de Ordenación do Litoral (POL) y se dan todas las condiciones para ello.

Traba -que según dice aún no ha recibido la sentencia por lo que desconoce sus términos exactos- incide en que el retraso en la resolución judicial se debe a que el proceso fue paralizado y tuvo que reiniciarse, ya que el resto de los expedientes de aquella época ya están dictaminados en un sentido u en otro.

En todos ellos, el principal escollo detectado por la Xunta y por los tribunales era la falta de saneamiento a la hora de conceder las licencias. «Neste caso tiña o da parte de San Roque, porque a gasolineira que está en fronte conta con el, pero os xuíces empregaron de maneira sistemática os mesmos argumentos para toda a zona», añade el regidor.

Sin embargo, desde su punto de vista, la licencia se dio con arreglo a las normas subsidiarias, no se superaron alturas ni ocupaciones y ahora el asunto del saneamiento está resuelto, con lo que los pisos serían legalizables.