Locales y turistas tienen cada vez más opciones para visitar las instalaciones
07 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los museos guardan las historias del pasado. Y en una zona tan rica culturalmente como lo es la Costa da Morte, no pueden faltar estos espacios de culto al recuerdo. No solo los turistas aprovechan la estación estival para empaparse de la historia de la comarca, los propios vecinos de la zona deciden en numerosas ocasiones escarvar en su pasado a través de los museos.
Alexandre Nerium, poeta, mariñeiro y trabajador en el Museo da Pesca de Fisterra, asegura que esta temporada «vai todo moi ben, levamos máis de 4.000 visitas». En años anteriores era él la única persona que atendía el espacio ejerciendo tanto de recepcionista como de guía turístico. Pero ahora «o Concello pediulle unha subvención a Deputación e conseguimos dous guías que axudan coa xente estranxeira», cuenta. Sus conocimientos sobre el mar dan vida a la exposición de este museo. Y lo de la veteranía debe ser un factor clave para poder transmitir la esencia de cada lugar. Raquel se define como «palilleira de toda a vida» y actualmente es la directora del Museo de Encaixe de Camariñas. Además de la exposición, los visitantes pueden contemplar muestras de puntillas y ver como ambas palillan. La sala la gestiona el Concello este año: «Estanos indo moi ben», dice.
Las Torres do Allo, en Zas, las administra la Diputación y optan, para atraer a más público, por realizar actividades alternativas a las exposiciones. Las tres personas que allí trabajan tienen un bagaje muy relacionado con el arte y la historia y además de atender la recepción realizan visitas guiadas. Leonardo, guía oficial en Galicia, arqueólogo e historiador, cuenta que están teniendo más gente que el año pasado porque «temos unha axenda moi completa e iso nótase moito». Para propulsar la curiosidad de los más pequeños realizan juegos de pistas, que los llevan hasta un tesoro, aprendiendo por el camino la historia de las Torres.
También hay conciertos de diversas características: durante los días 19 y 25 de agosto se podrá disfrutar de la música que crea el armenio Kamo Petrosian con su violín, y el 27 habrá otro acto musical inspirado en las cantigas del trovador Martín Códax. Para aquellos que se inclinen más por el séptimo arte se proyectará también en el museo la película A Esmorga. Además de todo esto, se celebró en julio el concurso Enfoques do Allo, que premia con 100 euros la mejor instantánea de las Torres.
Varios museos de la zona están cerrados
El museo, que pertence a la fundación privada Torres-Pujales, permanecerá cerrado hasta nuevo aviso. El alcalde de Ponteceso, Xosé Lois García, achaca la situación a una deuda que la asociación no puede pagar. Portos y el concello siguen sin llegar a ningún acuerdo y, hasta que eso se produzca, el espacio permanecerá cerrado al público. El museo, propiedad de la familia Castro Rial, está actualmente cerrado al público y en proceso de deterioro. El concello y la diputación dicen estar interesados en el.
«El Castillo es un lugar muy bonito y agradable»
Ana María es natural de Vizcaya y ha visitado junto con Josu este verano por primera vez el castillo de Vimianzo. Segun dice, la exposición de lino que se acaba de estrenar «es preciosa». Y no solo eso, sino que toda la fortaleza le parece un lugar «muy bonito y agradable».
«O Forno do Forte está moi ben rehabilitado»
María, Xosé, Antón, Luís, Rocío, Elena y Sara visitaban esta semana el ecomuseo Forno do Forte junto con otros puntos de la localidad para instruirse con la finalidad de trabajar en la Mostra de monitores y divulgadores turísticos. Según indican, el lugar está «moi ben rehabilitado»
«Las instalaciones están muy bien conservadas»
Vienen de Bilbao y aunque no es su primera vez en Galicia, sí lo es por la Costa da Morte. Dicen que la zona los está sorprendiendo y les gusta mucho. Roberto cuenta que encontraron el museo por casualidad y que «es muy bonito y sobre todo está muy bien conservado».
«Sentimos mucha curiosidad por los oleiros»
Ellos son franceses y han venido a Galicia por primera vez este año con sus padres. A pesar de su corta edad, dicen estar muy entusiasmados con el museo: «Sentimos mucha curiosidad por saber cómo se desarrollaba la vida de los oleiros». Lo que más le gusta: ver los objetos que creaban.
«Aprender o oficio pode levar ata catro anos, pero iso depende de cada un»
En el centro de un laberinto de calles estrechas de Buño en las que el trafico escasea y la naturaleza predomina, se encuentra el Ecomuseo Forno do Forte. Un pequeño lar de piedra que todavía guarda la esencia de sus anteriores dueños: los oleiros. Hace 11 años que este lugar se convirtió en museo, los mismos que Lola lleva trabajando allí como guía. Ella es natural de Buño y se nota. Cuenta que en ese acojedor conjunto de piedra «podían chegar a vivir máis de sete familias. Onde había un forno, había un oleiro distinto». El calor de los hornos, que no tenían chimenea, se utilizaba para secar las piezas de barro.
Toni es oleiro desde hace 32 años. Según explica, tan solo aprender a centrar la pieza puede conllevar hasta un mes de aprendizaje y «o oficio na súa totalidade ata catro anos, pero iso depende de cada un». Ahora solo hornean una vez al año, durante la Mostra, aunque antiguamente lo hacían cada dos o tres meses. Si algo salía mal, los oleiros se ayudaban entre sí para que todo ese tiempo no fuera perdido.
Las actividades alternativas complementan la amplia oferta patrimonial de la zona
Ángel Eiroa, técnico de cultura del Concello de Cabana, cuenta que el Dolmen de Dombate ha recibido en julio alrededor de unas 4.700 visitas y que esperan que acuda más gente en agosto. Optan también por actividades alternativas y todos los sábados gozan de visitas teatralizadas de la mano de Os Quinquilláns, que frecuentan igualmente el castillo de Vimianzo. Adriana, técnica de turismo, cuenta que su misión principal es que el castillo vuela a ser un lugar de encuentro social. Por eso organizan salidas en grupo para conocer el patrimonio de la zona que tienen como lugar de origen el castillo. Con el fin de conseguir su meta, también preparan fiestas en el espacio, como lo es el concurrido Asalto ao Castelo.
En el Museo do Mar de Laxe presumen de muy variadas exposiciones y su principal misión es la de recuperar patrimonio oculto de la zona. Joaquín Vidal, trabajador de la sala, cuenta que en muchos hogares de la zona hay reliquias importantes para preservar la memoria del lugar y que ellos intentan recuperar «antes de que as acaben tirando». En el Museo do Mar han estrenado recientemente la exposición A Saga do Bacalhau, de origen portuguesa, que cuenta con fotografías, un libro, una película e incluso una embarcación pesquera dotada de artilugios tradicionalmente usados para la pesca del bacalao y que se podrá visitar hasta el 30 de agosto.
En el Museo de Bergantiños de Carballo hay dos personas trabajando, una de ellas contratada por el Concello y la otra por la Diputación. Desde allí informan de que además de visitas guiadas por la exposición fija, los visitantes pueden disfrutar de tours por el pueblo descubriendo las obras nacidas a raíz del festival de arte Derrubando Muros y Rexenera, cuya tercera edición se ha celebrado este año. Cuentan que esta temporada no ha habido un repunte en especial y que el numero de visitantes ronda los 250, siendo la mayoría de ellos personas que están de retiro en el balneario de Carballo.