Fisterra clama por más afluencia en el segundo año del Xacobeo 21-22

M. L. P. CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

Ana García

Los aforos y las restricciones de movilidad lastraron este 2021

01 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo un deseo: «Que a pandemia deixe traballar e vir os peregrinos». En Fisterra, el sentir de quienes viven del Camino es común: este 2021 no ha sido gran cosa si se compara con cualquier otro período y, mucho menos, si se pone en relación al último Año Santo. Por eso aguardan que la segunda mitad de este Xacobeo 21-22 deje mejores resultados. «Antes facían falla cinco ou seis persoas para atender o negocio», indica Silvia Martínez, que lleva la tienda de recuerdos del faro, «e este ano chegamos dous. Antes había moita xente ata o Nadal e desta vez concentrouse moito no verán pola falta do peregrino estranxeiro, que era o que viña máis repartido».

El 2021 arrancó con la reivindicación de numerosos colectivos de abrir la Porta Santa de la iglesia de Santa María das Areas, algo que tardó meses en hacerse. Tras cancelarse en varias ocasiones por la situación sanitaria, acabó abriéndose con la llegada de la cruz de Lampedusa, en el mes de octubre.

Detrás de cada peregrino que completa su periplo hasta el fin del mundo, hay una historia. Especialmente emotiva es la de Alejandro Castaño, un colombiano afincado en Florida que no pudo cumplir su último deseo de volver a hacer la ruta jacobea, pero que acabó volviendo a Fisterra gracias a su familia, que esparció sus cenizas junto al faro.

BASILIO BELLO

Este recoveco se ha convertido ya en hogar para el checo Vitêzslav Cina, que llegó en el mes de febrero después de que su camino se prolongase más de lo esperado por la pandemia. Pasó semanas y semanas caminando, estuvo tres meses y medio en un cámping en Saint Jean Pied de Port y dependió todo este tiempo de la ayuda desinteresada de lugareños e instituciones que se fue encontrando por el camino. Lleva 17 meses fuera de su Praga natal y no tiene intención de volver. Su principal plan de futuro es «morir feliz», pero antes quiere hacer un itinerario hacia el este, «hacia Asia».

Decenas, cientos, miles de historias pasaron este año por Fisterra, en donde sellaron alrededor de 11.500 fisterranas. El Arzobispado no lleva cuenta oficial del número de peregrinos que continúan caminando hacia Fisterra y Muxía, pero este acreditativo es un buen medidor. En 2019 fueron 25.000, pero el personal municipal de Turismo prefiere ver el vaso medio lleno, ya que hay que tener en cuenta «que nos primeiros meses non houbo absolutamente nada, e nun ano normal estarían chegando dende Semana Santa». El faro, símbolo por excelencia, forma parte del programa «Acende o Xacobeo», de la Xunta, y estará iluminado de azul hasta el 7 de enero.