
La «hacker» ética Olalla Sánchez, que ha ganado dos premios de proyectos solidarios y estudia en Vigo, vivió en Arteixo
13 dic 2018 . Actualizado a las 22:53 h.Los trolls, los autores de fake news y los ciberdelincuentes se dedican a sembrar el caos y timar en Internet, pero tendrán que enfrentarse a expertos como Olalla Sánchez (Laxe, 1994), que se ha inclinado hacia el lado luminoso de la web. Esta estudiante de último curso de Telecomunicaciones de Vigo es una de las escasas hacker éticas gallegas. Pertenece al equipo vigués Lights Detection, con el que ganó el segundo premio de carácter general del Hack For Good de Vigo y otro galardón al mejor proyecto de los LPRO Days otorgado por Gradiant.
«Ser hacker ética significa aplicar unos conocimientos avanzados sobre la tecnología y los sistemas informáticos para tratar de encontrar posibles vulnerabilidades o puntos débiles que podrían ser explotados por un atacante», explica. Los hackers éticos también usan su ingenio para ayudar a los demás, por ejemplo, al inventar soluciones tecnológicas para las personas con discapacidad.
La joven, que vivió en Arteixo desde los 10 a los 18 años, comenta que su grupo de hackers presentó una solución viable para las personas ciegas o con baja visión a la hora de moverse de forma autónoma por los cruces regulados por semáforos de peatones. Según cuenta, su equipo desarrolló un prototipo en el que la montura de las gafas utilizadas por este sector de la población contaba con una cámara integrada que captaba el entorno, en tiempo real y utilizando procesado de imagen conseguían identificar el color del semáforo para indicar, mediante un módulo de vibración integrado en el bastón blanco, si el usuario podía cruzar.
«El proyecto de las gafas que hice con mis compañeros Iago, Manuel, Sara, Xián y Alba nació antes de embarcarme en el mundo de la seguridad informática. Sin embargo, creo que el nexo de unión entre ese proyecto y el hacking ético reside en la voluntad de usar la tecnología como un medio para hacer de la vida de los usuarios algo más seguro», explica.
Niega que el término hacker se refiera a aquellas personas que utilizan la tecnología para delinquir. «Un hacker es un experto en tecnología y aquellos que la emplean para cometer algún delito son los cibercriminales», apunta.
Tecnofeminismo
Recalca que lo que tiene que hacer alguien que quiera dedicarse al hacking ético o al mundo de la tecnología es «ser muy consciente de que debe estar constantemente en formación ya que debe avanzar con los tiempos, la tecnología no va a parar de avanzar nunca y los que queremos mantener su seguridad debemos seguirle el ritmo muy de cerca».
Sobre la incorporación de las mujeres a las tecnologías, como es su caso, dice que «es un tema que está ahora en boca de muchos». Añade que «por suerte, creo que tenemos grandes profesionales en este sector en Galicia como Belén Pérez o Antonio Fernandes, entre otros, que son un claro ejemplo de que la tecnología no entiende de género».
La joven ve importante transmitir a las generaciones que vienen «que tengan claro que la tecnología no es cosa de niñas o de niños, es un tema que nos afecta a todos cada vez más». Recalca que «lo que se necesita son personas que quieran aportar lo mejor para hacer del mundo tecnológico en el que vivimos algo más seguro. Si transmitimos ese mensaje, creo que dejará de ser noticia que haya más mujeres en tecnología y pasará a tener protagonismo la labor de los profesionales». No se considera tecnofeminista. «Lo que me define es que soy una futura graduada en telecomunicaciones y profesional del sector de seguridad de la información», aclara.
La joven comenta que cada vez nacen más profesiones relacionadas con las STEM (estudios técnicos que abarcan las disciplinas de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). «Ahora mismo no hay ningún campus en Galicia que sea totalmente STEM. Que una Universidad las aunase a todas favorecería unas sinergias muy interesantes que propiciarían la generación de talento en el ámbito científico-tecnológico, lo que repercutirá en el prestigio de la enseñanza impartida en el propio campus», afirma.