Pistoletazo de salida a la campaña fuerte de surf en la Costa da Morte

MALPICA DE BERGANTIÑOS

Casi una veintena de jóvenes se iniciaron ayer en el deporte en Malpica
28 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque el surf es un deporte que se practica durante todo el año, buscando siempre las mejores olas, es con la llegada del verano y del buen tiempo cuando la gente más se anima a subirse a la tabla. Tanto es así que ayer arrancaron en Malpica los primeros cursos de surf, impartidos por la empresa local, Silfo Surf Camp, si bien integrados dentro del programa deportivo veraniego del Concello. «Trátase de que todos os nenos do pobo teñan a oportunidade de practicalo, e así, tamén, de apreciar un pouco máis o que teñen na casa», explicó Juan José Rodríguez, el director de la entidad. El mar, muy calmo, fue perfecto para que los cerca de 20 jóvenes de entre 7 y 15 años se adaptaran mejor a la tabla en su primer contacto, y el sol, no apretó.
Pero, ¿qué servicios ofrecen esta escuela y las otras cuatro existentes en la Costa da Morte?
Silfo Surf Camp, en Malpica
A esta escuela llegan mañana una treintena de jóvenes de todo el mundo para disfrutar del campamento que llevan a cabo durante julio y agosto en la playa Area Maior de Malpica y residencia en el arenal de Seiruga. Durante una semana, surfearán mañana y tarde, además de hacer kayak y buceo en colaboración con la empresa Buceo Malpica. Y algo muy llamativo: recibirán clases de cocina para aprender a hacer «o básico, pero distinto», describió Jose. Una semana cuesta 350 euros. Pero si el deportista opta solo por recibir clases, se encontrará con 2 horas durante 5 días por 100 euros en total, con material y seguro incluidos.
Caión na Onda, en A Laracha
Si al deportista le llama más la zona de Caión, dará con esta otra escuela que desde el próximo lunes empieza a impartir las clases que tanto la caracterizan por ser de un número reducido de alumnos (10) para así garantizar la personalidad del curso. Van desde el lunes al viernes, de 11.00 a 13.00 horas, durante los meses de julio y agosto, ya que «por las tardes la playa se llena y apenas hay sitio», explica su gerente, Juan Mouzo. Si bien el usuario tiene igualmente opción de alquilar material en ese horario. Cada clase cuesta 20 euros, con todo incluido.
Art Surf Camp, en Carballo
Ya en Razo, uno de los arenales con más fama en el mundo para practicar surf, se encuentra esta otra academia, donde ya llevan desde mediados de este mes con cursos, campamentos y clases sueltas, según explicó Sergio Aladau, el director de márketing. Y la cosa va mucho más allá. Hasta el 15 de septiembre viven la temporada fuerte.
Durante el mes de julio se centran, sobre todo, en los campamentos de jóvenes menores de edad, y en agosto, más en los adultos. Duran entre 6 u 7 días e incluyen diversidad de actividades como patinete y capoeira. Los campamentos van desde 175 euros, y los cursos, que se componen de clases de 1 hora y 30 minutos, desde 69 euros. Pero hay múltiples opciones.
La Surf House, en Muxía
En la playa de Nemiña, asegura Rodrigo Vales, el director de esta escuela, ya llevan de temporada alta desde Semana Santa, y seguirán hasta finales de septiembre. Si bien en julio es cuando llevan a cabo los campamentos para menores de edad. «Comen no mellor sitio que hai da zona para probar a gastronomía de aquí», dice Rodrigo como factor distintivo. También personalizan mucho las clases, con una participación muy reducida. Y así es que reciben gente de toda Europa, sobre todo, de 30 años. Los campamentos duran una semana que cuesta 590 euros, y las clases, de 2 horas con todo incluido, 30.
Raz Surf Camp, en Carballo
En esta escuela de Razo, la última, la campaña veraniega comenzó el pasado día 15, y continuará, también, hasta finales de septiembre. Sobre todo, con campamentos de una semana, además de clases sueltas o con pensión diurna incluida. Y hay mucho más deporte que surf, como voleibol o yoga, y conciertos. Los precios van desde 420 euros la semana de campamento, hasta 730, con más tiempo. Y las clases, desde 29 euros al día. Y como no podía ser de otro modo, esta academia también tiene su distintivo: «Fomos os primeiros en montar algo de este estilo en España en 1991», aseguró Alejandro Vázquez, el propietario.