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Reencuentro, buena comida y fiesta para los mayores de Muxía

MUXÍA

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Los asistentes disfrutaron de empanada, pulpo y carne al calderofotos . < / span>alvela< / span>

Unas 600 personas disfrutaron de la celebración en el polideportivo, que fue un hervidero toda la tarde

10 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No por recurrentes, ya que las hay todos los años, dejan de ser atractivos los homenajes que rinden los concellos a sus mayores, sobre todo para los protagonistas, que, como demostraron ayer en Muxía, esperaban esa cita desde hace tiempo para dar rienda suelta a los recuerdos, las confidencias y, como no, para pasar lista y ver que ha sido de gente con la que, por un u otro motivo, se han cruzado a lo largo de su vida.

El formato fue absolutamente tradicional: celebración religiosa y comida en el polideportivo para unas 600 asistentes que disfrutaron de un menú más tradicional todavía: pulpo, empanada de bacalao, carne al caldero, postres y café, «cunhas gotas», como señalaba el responsable de Casa Taboada, encargado del almuerzo.

El resultado: «marabilloso», a juicio de Manuel Figueroa Santos, un vecino de Quintáns, que tuvo un detalle especial del Concello porque estaba de cumpleaños.

El alcalde, Félix Porto, cogió el micrófono para decirle a los presentes: «Muxía é o que é grazas a vós, ao que fixestes por este Concello» y para desexar que «o ano que vén nos volvamos a ver todos e todas outra vez».

Sin embargo el protagonismo no fue para él que compartió mesa con el párroco, el sargento de la Guardia Civil y otros cargos municipales. Los que más dieron que hablar fueron los mayores de entre los mayores. Manuel Caramés Martínez, de Vilar de Coucieiro, explicó que camino de los 92, que cumplirá en diciembre, ya no está «para correr», como si lo hizo en su día cuando iba andando hasta O Logoso (Dumbría) para comprar madera o cuando se agarraba «ao tronzador para cortar un pino entre catro». La vida le dio golpes duros, como la pérdida de un nieto en un accidente, pero también satisfacciones como la de ver a uno de sus hijos de concejal.

Fina Liñeiro Malvar, que también cumplirá en diciembre pero 94, demostró su vitalidad exhibiendo un baile antes de contar su historia, de la que forman parte «16 fillos, 47 netos e ata tres tataranetos, que non os ten ninguén en Muxía». Los sacó adelante con su familia trabajando «no marisco, nas redes,...» en lo que tocaba. Ahora disfruta de tanta libertad que ni siquiera fue al Concello a por la invitación. «Non vou nunca e despois anda atrás de min polo pobo», ríe.