Los 1.500 caballos que vararon en Aguiño

Javier Romero Doniz
Javier Romero RIBEIRA

MUXÍA

MARCOS CREO

Seis motores de gran potencia permitieron a los ocupantes de una planeadora llegar a la costa ribeirense en el 2009 después de descargar 2,9 toneladas de coca en Muxía

09 nov 2016 . Actualizado a las 06:59 h.

Una planeadora semirrígida, de color gris, con una longitud de catorce metros de eslora y 340 centímetros de manga, en cuya popa se encontraban instalados seis motores fueraborda, de 250 caballos cada uno, sin marca ni número de serie. Así era la embarcación que se encontró ardiendo el 11 de enero del 2009 en la zona de A Covasa, en Aguiño. El silencio que imperó en aquellos días, tras la localización de esta potente embarcación carbonizada en buena parte, escondía una operación dirigida por la Policía Nacional, a través del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco), que permitió requisar 2.912 kilos de cocaína.

Ni BarRibeiraArousa entraban en los planes de quienes organizaran aquel gran alijo, según explica la sentencia judicial del Tribunal Supremo que culpó a nueve personas a penas de cárcel abultadas y millonarias multas por un delito de tráfico de drogas a gran escala. Lo que sí aclara el fallo judicial, de cien páginas, es cómo llegó la planeadora a Aguiño. El escenario de la descarga era la playa Arnela de Lourido, en Muxía, que fue donde se decomisó la droga y se arrestó a algunos de los implicados en la acción.

Primera alerta

Dos días antes, el 8 de enero, el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC) alertó a las fuerzas del orden de que una planeadora había salido de la costa gallega con la intención de cargar droga en un barco nodriza que estaba a 200 millas del litoral fondeado frente a la ría de Arousa. Poco después de la media noche del día 11, Vigilancia Aduanera informó a Greco Galicia de que tenía localizada la planeadora frente a la costa de Aguiño. A las 05.30 horas de la misma madrugada se volvió a informar de que la embarcación se ubicaba frente a la costa de Muxía y que en la playa estaba un grupo de hombres esperando para realizar la descarga.

El operativo policial, formado por un helicóptero y una fuerte presencia de agentes en tierra, empezaba a hacer acto de presencia en Muxía. Poco después de las seis de la madrugada, y con buena parte de la coca depositada en la playa, el helicóptero y los agentes desplegados se volcaron sobre las personas que hicieron la descarga. Algunas huyeron por el monte, otras fueron arrestadas en el mismo arenal, y la lancha, pieza clave del operativo, emprendió una huida por mar, y a oscuras, que acabó en Aguiño. Fue ahí, a las 09.05 horas, cuando el mismo helicóptero de Vigilancia Aduanera localizó la planeadora por el humo que desprendía después de que sus ocupantes la quemaran.

Pureza y fardos

Las casi tres toneladas de coca retenidas, que tenían una pureza de 79% y estaban repartidas en 122 fardos, fueron trasladadas a la comisaría de A Coruña para su custodia en una estancia diseñada para este tipo de cometidos. En la misma sentencia se explica que algunos fardos fueron lanzados al mar. Mientras, en Aguiño, se inició una investigación paralela para encontrar pruebas en este bote de gran potencia que sus ocupantes quemaron para borrar cualquier rastro. Aún así, la Policía Nacional pudo obtener algunas conclusiones que formaron parte de las diligencias. Desde entonces, la citada planeadora sigue almacenada, o abandonada, según se mire, en un depósito que Portos de Galicia tiene en A Pobra a la espera de que se decida qué hacer con ella después de siete años.