El delegado del Gobierno, José Miñones, aseguró durante el acto de reapertura que lo ve un ejemplo de resistencia
02 abr 2022 . Actualizado a las 13:51 h.El parador de Muxía cerró en Nochevieja con los mejores datos de valoración y ocupación de la red a la que pertenece, y ahora, tres meses más tarde tras la parada invernal programada, reabre con los mejores datos de demanda, con un abril prácticamente por encima del 90 % y excelentes números para los próximos meses. Lo dijo ayer el director, Julio Castro, en el acto simbólico del inicio de la nueva temporada, acompañado por el alcalde, Iago Toba; la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, y el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones.
Castro destacó esos buenos datos de ocupación y añadió que esta nueva campaña es «o reto definitivo», con la amenaza siempre ahí de todo lo que implica la guerra y sus consecuencias. Frente a eso, la «ilusión» y unos datos de actividad empresarial muy elevados, con numerosos eventos de grupos ya cerrados. Añadió que se aumentará la señalización, continuará la promoción turística comarcal y agradeció el apoyo del Concello de Muxía.
Miñones también presumió de su origen comarcal (es oriundo de Vimianzo) y no tuvo más que elogios para la gestión y el trabajo de Marcote, todo su equipo y el papel que desempeña este hotel en la Costa da Morte, un «icono de vangarda, un exemplo de resistencia, de superación, e un faro de luz, como di o director». Elogió también el diseño y puso muy en valor el trabajo desarrollado, que seguirá teniendo el apoyo del Gobierno.
La importancia de las personas en proyectos así
Miñones que cree las personas «son claves» para que un proyecto turístico de la envergadura del parador de la Cosa da Morte tenga el éxito que tiene. E insistió en varias ocasiones en el trabajo de Castro Marcote, «un orgullo», del que recordó que ya dirigió cinco de los trece paradores que hay en Galicia, y lo citó como «o mellor embaixador», ejemplo de «traballo arduo».
El delegado del Gobierno también recordó cómo se gestó el parador, heredero de la catástrofe del Prestige, de la que este año se cumplen veinte justos. Tardó en llegar, pero lo hizo con éxito, y de ahí su alusión a la resistencia. Y también de turismo «sostible, verde, ben feito», como el que —señaló— impulsa el Gobierno al que pertenece.
Iago Toba indicó que la reapertura es buena «para Muxía, para o turismo, para a economía e para a xente», y también elogió (y agradeció) el trabajo del director, alguien que «dá exemplo». El alcalde presumió de «paraxe, de establecemento e da xente de Muxía».