
Los investigadores achacan los óbitos a un cóctel de fármacos y heroína
01 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El domingo de madrugada se llevó a cabo un robo en la farmacia de Buño (Malpica). Los asaltantes rompieron el cristal de escaparate y sustrajeron únicamente todas las unidades disponibles de Trankimazín, Tranxilium y Lyrica. Estos medicamentos coinciden con los que, periódicamente, Adrián Nión Casais, de unos 30 años, y Sara Victoria Pujol Puente, de 25, solían comprar en el mismo establecimiento. Ambos jóvenes fueron hallados muertos el lunes en Xornes (Ponteceso). Además, en la caja de la botica también faltaron 300 euros de la caja.
Según un experto, los psicofármacos robados, por si solos, no deberían suponer un riesgo para la salud, aunque se consuma una caja completa. Sin embargo, su combinación con heroína u otras drogas puede provocar una parada cardíaca y la muerte. Ambas personas pudieron haber fallecido por haber hecho uso de ambas sustancias. Residían desde hace casi un año en el domicilio del óbito, y donde las fuerzas del orden tuvieron que intervenir por altercados en repetidas ocasiones a lo largo de este período. La casa pertenecía a los padres de Nión Casais, que fallecieron hace unos años.
El lunes, tras haber estado los agentes de la Guardia Civil de Ponteceso tomando nota de lo sucedido en la farmacia, una unidad del 061 tuvo que intervenir a Sara Victoria en su domicilio. La mujer había sido llevada a casa por Adrián Nión y, una vez allí, los servicios médicos comprobaron que estaba bajo los efectos de algún tipo de tranquilizante. Sin embargo, tras realizar las tareas de reanimación, no fue necesario el traslado de la joven, de unos 25 años, a un centro médico.
Las autoridades han confirmado que la hora de la muerte de Nión Casais y Pujol Puente se produjo entre las 17.00 y las 18.00 horas del pasado lunes. Los resultados de la autopsia no se conocerán hasta dentro de unos días, por lo que no se sabe todavía a ciencia cierta las causas exactas de la muerte, aunque las primeras hipótesis hacen suponer a los investigadores que llevan el caso que pudo haber cóctel mortal formado por heroína y los psicofármacos como los supuestamente sustraídos en la botica de Buño.
En el escenario del suceso se encontraron, entre otros elementos utilizados en el consumo de drogas, cucharillas y jeringuillas, así como restos de un producto de color marrón, que todo parece indicar que era, en este caso, la mortal heroína.