El temporal dejó al descubierto la fragilidad de los servicios básicos en la comarca

M. López CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

BASILIO BELLO

Basta una racha de viento para tumbar teléfono, luz e Internet

30 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de una semana después de lo peor de Fabien, la comarca sigue adoleciendo los efectos de un tren de temporales que han dejado al descubierto la fragilidad de servicios básicos como el suministro eléctrico, la telefonía o el acceso a Internet, los primeros en irse en cuanto aparecen las primeras rachas de viento.

Apagones como el que dejó a ciegas a Ponteceso mientras trataban de zafarse de las inundaciones, o como los que suelen sufrir en Fisterra son bastante comunes. También en A Mata, Cabana, falló durante unas horas, aunque ya es una zona con problemas habituales, según el concejal Carlos Allo.

En muchos domicilios y, lo que es peor, en establecimientos comerciales, siguen a estas alturas sin línea telefónica y sin acceso a Internet por la caída del tendido. En Sofán y A Revolta (Carballo), o, como se pudo saber ayer, en la zona de Lestimoño (Ponteceso), todavía se ven postes plegados por el viento que dificultan, incluso, la entrada a viviendas. Les pasa a la Pensión A Revolta y a Grúas Suso, aunque no son los únicos. Ayer, varios usuarios se valían del perfil de Facebook de este periódico para denunciar, al hilo de otras informaciones de los efectos del temporal, situaciones muy similares: «Aquí estamos sen teléfono nin Internet dende o día 21 por caída de postes e rotura de cables. Estou cansada de chamar e nin caso», comentaba una usuaria desde Cabana; «Nós estamos igual dende o día 23, e os cables tirados pola beirarrúa», apuntaba otra desde Carballo; «En Sambade, Lema, levamos dende Noiteboa sen teléfono e Internet e o máis curioso é que un cable que estaba tirado na estrada, viñeron os técnicos e cortárono», escribía otro internauta.

En Malpica, el PP puso de manifiesto estos días los «danos significativos» causados por el temporal no solo en el tejado del pabellón del colegio de Buño, sino también en el Forno dos Mouróns, un cocedero tradicional de barro, al tiempo que acusó al gobierno local (y en particular a la concejala de Olería y Patrimonio, del BNG) de tener abandonado el patrimonio municipal. Los nacionalistas contestaron reiterando su compromiso con estas infraestructuras e informando de que ya habían cursado el aviso. También acusaron al PP de querer «intoxicar» la opinión pública.