Diez años cumplirá en breve este museo único en el mundo, ubicado en Ponteceso. Desde él se hace una llamada de alerta
22 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Fue lo que fue, aunque podría ser mucho mejor de lo que fue». Es la frase que elige Ricardo Pérez y Verdes, director del Melga y presidente de la fundación que lleva su nombre, para hacer balance de este verano y también una llamada de atención: «Creo que este espazo precisa xa outro planeamento», afirmó en Radio Voz. El Melga es el Museo Etnolúdico de Galicia, está ubicado en Ponteceso, y no solo es único en la comunidad, sino en el mundo. Ofrece una visión de los juegos y deportes tradicionales a través de los tiempos, desde la prehistoria hasta el momento actual.
Este próximo 27 de septiembre se cumplirán diez años de la inauguración de un espacio que para Ricardo fue sueño y empeño personal: «Dei dez anos da miña vida, e incluso máis, porque antes houbo todo un proceso de catalogación e ordenación. Dez anos da miña vida para este activo en Ponteceso, que creo que vale a pena, pero realmente síntome por momentos abandonado. Estou física e psiquicamente cansado». Se ha visto «ao fronte de todo» y las visitas al museo no han dejado de crecer, con lo que eso podría implicar para el propio municipio y para toda la Costa da Morte de aprovecharse las sinergias.
Ese aumento no ha tenido contrapartida en el apoyo institucional o la dotación de personal en el centro cultural. De hecho, la falta de él obligó por vez primera este pasado verano a abrir solo los fines de semana y los festivos por la mañana, lo que repercutió en las cifras. Aun así, fueron al menos 2.558 las personas que disfrutaron de las propuestas estivales del Melga: «É unha cifra excepcional nesta situación». No descarta que de aquí a final de año batan el récord, que ostenta el 2019, y está convencido de que sin duda, de poder abrir todos los días como hicieron en el 2022, este hubiese sido el período «máis frutífero da nosa existencia». Ya tienen reservas para el mes de junio del año que viene.
En el horizonte hay dos fechas que Pérez y Verdes tiene como «fundamentales»: además del aniversario, la del 17 de marzo del 2024, cuando se cumplirán diez años del convenio firmado con el Concello de Ponteceso para instalarse en este espacio y convertir la localidad en la capital del patrimonio lúdico gallego: «Temos que sentarnos para ver se algunha das partes quere ou non cambiar algo. Sentarnos a falar da sostibilidade do proxecto, e de se se quere continuar ou non», explicó en Radio Voz.
En el municipio cambió el gobierno local este pasado mayo, y concedidos los primeros cien días de gracia, Ricardo también quiere pensar que «se retomará un camiño, non tortuoso, senón dereito» para buscar otro futuro y garantías para el museo. Así lo cree viendo lo «in crescendo» que ha ido el Melga, que este verano siguió con sus visitas guiadas, con sus recepciones a mayores, campamentos, campus, escuelas de monitores, las ANPA... Participaron en programas, congresos, tertulias y festivales, aunque alguno tuvieron que rechazar por exceso de trabajo.
Dos donaciones y medio centenar de adquisiciones, para las que Ricardo patea Galicia y sus ferias de antigüedades, sumaron valor a este estío, en el que ha visto llegar visitantes gallegos, pero también, muchísimos, de otras comunidades. «Tivemos algún día no que case houbo representación de todas», dice. Solo ha bajado el registro de extranjeros, que llegaron de lugares como Londres, Marsella, Toulouse, Jordania, Paraguay, Suiza, Colombia, Brasil o Portugal. De todas las visitas hace Pérez y Verdes un somero repaso de procedencia y forma de conocimiento del Melga. La mayoría supieron del museo por el boca a boca, ya fuese de manos del hotel en el que se alojaban o de otros visitantes anteriores.
Junto con los medios de comunicación, es la hostelería, dice Ricardo, un gran puntal de la actividad que sostienen: «Algúns propietarios ata viñan buscar entradas para regalarllas aos hóspedes». Conocer los juegos del mundo desde tiempos tan lejanos es algo que gusta a niños y mayores, intergeneracional: «É para estar orgullosos». Hace unos días, en un artículo publicado por una psicopedagoga sevillana en una revista internacional, se citaba el Melga como referente de lo que puede significar el mundo del juego para la escuela.