Cómo un caballito de cartón puede traer la felicidad a un «abuelo ochentón»

La Voz CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

Pérez y Verdes ha hecho una adquisición sumamente especial para el Melga de Ponteceso, y así lo cuenta

30 ene 2024 . Actualizado a las 20:44 h.

Son periódicas, y todo lo frecuentes que se puede, las adquisiciones de nuevas piezas para el Museo Etnolúdico de Galicia, el Melga de Ponteceso. Su impulsor y alma máter es Ricardo Pérez y Verdes, que este martes daba cuenta de una nueva compra. No una cualquiera, sino una muy especial. Llevaba muchos años persiguiendo una «joya» como la que ha podido adquirir esta semana desde su fundación, y que ya engrosa las vitrinas del espacio pontecesán. Se trata de un caballito de cartón, de entre los años 35 y 40 del pasado siglo XX: un metro de alto por ochenta de largo y 40 centímetros de ancho. En estado de conservación, además, impecable.

Asegura Pérez y Verdes que es un artículo muy raro a día de hoy en el mercado: «Estos caballitos de cartón piedra eran para montarse encima de ellos. Se usaban también para hacer fotografías de estudio. Fueron creados en el año 1892 por el catalán Amador Pascual de Tarrasa y fue uno de los primeros juguetes industriales que aparecen en el siglo XIX».

¿Qué significado tiene para él? Mucho: «Retrotraerse a mi infancia. Era mi juguete preferido, me lo habían traído los Reyes Magos con 4 o 5 años. Fue el más querido, pero también el más llorado, ya que en el momento que mis padres se desprendieron de él obligadamente por cambio de residencia, fueron eternas semanas de lloriqueo permanente. Para el museo es una joya, pero para este abuelo ochentón es una felicidad indescriptible y muy emocionante». 

UNA VISITA GUIADA MUY ESPECIAL

Es el Melga fuente inagotable de informaciones. Hace tan solo unos días reportaba asimismo Pérez y Verdes una visita guiada muy especial realizada el pasado 22 de enero. Recibió en Ponteceso a dos centros escolares coruñeses, con motivo de un intercambio: por un lado, el instituto Eduardo Pondal pontecesán, anfitrión de la jornada, y por otra el IES Félix Muriel de Rianxo. Entre estudiantes y docentes, casi medio centenar de personas. Un grupo heterogéneo, excepcional, participativo y entusiasta, describe el guía, satisfecho por haber podido transmitirle su alegría. Felicidad a través del Melga y de los juegos y deportes tradicionales.