Construido en una llanura, todo indica que el castro das Barreiras, en Vimianzo, fue destruido por un incendio
04 may 2018 . Actualizado a las 15:12 h.El Castro das Barreiras de Vimianzo tuvo una vida corta pero intensa, o al menos así lo constatan los resultados de las excavaciones arqueológicas que desde el mes pasado dirige el arqueólogo Tito Concheiro en esta espectacular fortificación, situada en el lugar de Ogas, al pie de la carretera comarcal AC-552. «Dixen que este castro ía ter novidades, e non me equivoquei. É espectacular atoparse, entre outras, cunha vivenda de 11 metros de diámetro», indicaba ayer por la tarde a pie de campo el investigador, que no disimulaba su emoción. La cantidad de cerámica encontrada hasta ahora, con más de medio millar de fragmentos -incluso metalúrgicos-, es testimonio de la pequeña y potente duración de este singular asentamiento, datado por el propio Concheiro en la segunda Edad de Hierro, entre los siglos III y I antes de nuestra era. «O material é indíxena, o que indica que estiveron durante a época prerromana», resume el arqueólogo. El castro fue abandonado por razones que ahora se desconocen, pero que apuntan a un final trágico. «As dúas casas están queimadas, o nivel de incendio é brutal», añade Tito.
La excavación, financiada únicamente por el Concello vimiancés y realizada por Concheiro junto a otros profesionales del campo, se ha centrado en una pequeña área en la que quedan a la vista dos construcciones de enorme tamaño, una circular y otra ovalada, con el hogar. El valle de Vimianzo tiene dos grandes fortificaciones: la medieval, con su sonado castillo, y la castrexa, con el castro das Barreiras, que además destaca por su tipología al estar construido en una zona llana. «Este é o Expediente X da cultura castrexa galaica», asegura Concheiro, quien espera con ganas la segunda fase de los trabajos.