
José Sousa abrió la primera cafetería e la calle Noia hace ahora 50 años
07 ago 2024 . Actualizado a las 10:56 h.«Por favor, pon que somos de Baio porque así es como nos sentimos: de Baio». José Sousa Santos, Pepe para familiares y amigos, ejerce de baiés. Y no solo lo dice, sino que ejerce. La empresa familiar patrocina al club de fútbol y Pepe lleva consigo varios ejemplares del libro 50 anos da historia do fútbol da Costa. Y añadió: «Aunque mi padre nació en A Piroga y mi madre [Amparo Santos Lema] en Vilar de Tines, mis hermanos y yo nos sentimos de Baio».
Pepe es el mayor de seis hermanos: Juan Ramón, Nito; Plácido Atilano, Ricardo, Jesús y Santiago, Santi. Sus apellidos son todo un referente en la hostelería coruñesa desde hace casi 40 años. Los tres mayores regentan el grupo Gasthof, y los tres pequeños, Sousantos. El por qué de esta decisión la desvela Pepe. «Cuando empezamos, nuestro padre nos puso dos condiciones: la primera, que uno de los negocios tenía que llamarse Sousantos, y la segunda, que los tres hermanos pequeños tuvieran la oportunidad de desarrollar su propia faceta empresarial».
Difíciles comienzos
En la familia todavía recuerdan los complicados inicios en la hostelería y el afán de José Sousa Pérez de ser algo en la vida y de que sus hijos tuvieran una vida digna. Todo arrancó en los difíciles años de la posguerra civil. José Sousa era tratante de ganado y madera. Era una época complicada, donde imperaba la miseria y la precariedad y en la que la inflación hacia y deshacía a su antojo. A José Sousa, la vida le dio un par de duros varapalos. El primero, cuando la cotización del pino cayó en picado y a él lo pilló con una buena plantación pendiente de venta. Eso le obligó a coger las maletas y buscarse la vida en Santiago. «Cogió el Bar Tony que estaba en la rúa do Franco, que ahora se llama A Taberna do Obispo», relató el mayor de los hermanos. Después de dos años en la capital gallega, José Sousa decidió regresar a Zas para seguir con la madera. «Le habían dicho que su precio había repuntado y decidió probar suerte de nuevo», comentó Pepe.
Dos años después recibió el segundo batacazo y abandonó esta actividad para siempre. Corría el año 1965. Por aquel entonces su hijo mayor ya se había abierto un hueco en el mundo de la hostelería coruñesa. José Sousa Pérez y sus hijos mayores abrieron el primer local en la calle Noia, en el barrio de Os Mallos. Era 1965.
Años después, Pepe, Nito y Atilano descubrieron la gallina de los huevos de oro: El Gasthof. Todo comenzó en Riazor: «Paseando por la playa vimos que no había ni un solo bar que vendiera bocadillos. Mi padre habló con la dueña de un local y se lo alquilamos», relató Pepe. Era enero de 1976. Los hermanos todavía recuerdan el día de la inauguración. «Hubo un gran temporal. Las olas llegaban a la plaza de Pontevedra, pero por suerte el local no sufrió daños. Fue como nuestra prueba de bautizo», comentó entre risas Pepe.
El primer Gasthof y Sousasantos se inauguraron en 1976 y 1986, respectivamente
«Siempre que podemos contratamos las obras, los trabajos y el personal de Zas y Vimianzo»
Aunque los hermanos Sousa Santos llevan la mayor parte de sus vidas vinculadas en A Coruña, no se olvidan de sus orígenes. Sobre todo los más mayores: «Siempre que podemos nos gusta contratar las obras, los trabajos y personal de Zas y Vimianzo», apuntó Pepe Sousa. Y apuntó: «Es la forma que tenemos de mantener ese arraigo». De los seis hermanos, Pepe y Atilano son a los que más les tira Baio.
Monte Torán
De hecho, Atilano es un enamorado de la romería de Monte Torán (Bamiro-Vimianzo): «Siempre voy y antes íbamos todos los hermanos, ahora cada uno tiene sus responsabilidades y es más complicado, pero sí, me encanta ir a esta romería». Santi es de la misma opinión: «Ahora es más difícil que coincidamos pero siempre que podíamos, íbamos a Monte Torán». Y de paso van a visitar a los primos y a los tíos Maruja, Maximino y Juan.
Reunir a los a los seis hermanos es complicado por sus obligaciones profesionales. Gasthof suma 11 establecimientos, repartidos por toda Galicia. Sousantos, cuyo primer local se puso en marcha en 1986 en la calle Francisco Mariño, suma otros tres, a los que hay que añadir el A la brasa, La Atalaya y el pub Swing. En total, 160 empleados en nómina.