El alcalde de Zas pide a Abanca que revoque la decisión del cierre de oficinas en el rural

El Concello de Zas hizo pública este sábado una carta enviada al presidente de Abanca el pasado día 3 por el alcalde, Manuel Muíño. Fue entregada a un directivo de la entidad financiera, aún sin respuesta: «Pasaron xa 15 días, entendo que é tempo suficiente para que a recibise e para que tivera a ocasión de revocar a súa decisión de pechar máis oficinas no rural, quixen darlle unha marxe de tempo antes de facela pública».

En la misiva le informa de las consecuencias que tiene para Zas, y para otras localidades similares como Baíñas o A Baña, que se clausure su sucursal, consecuencias que el máximo responsable desconoce «porque seguramente nadie en su empresa le ha informado», explica.

«Una oficina en un pueblo pequeño, en nuestra capital municipal, no es solo una actividad comercial más. Es una pieza muy importante dentro de la economía local, aporta muchos más servicios añadidos que la mera actividad comercial», dice. La mayor parte de los clientes son mayores, así que piden una atención personal, que asesore, oriente y aconseje de manera «individual, cercana, humana y personal», y sin alternativa, pues ni manejan la banca electrónica ni las nuevas tecnologías. «El cierre de esta oficina les obligará a desplazarse entre 10 y 20 kilómetros, muchos de ellos en taxi».

Pero los problemas del cierre ni son solo para los clientes, explica, lo que ya de por sí justificaría de sobra su continuidad, sino que la oficina de Abanca es «uno de los motores económicos del pueblo de Zas y, por extensión, del propio municipio». Los hasta ahora clientes que se acercaban a la oficina para sus gestiones hacían las compras en Zas, y ahora seguramente las harán en otra localidad. Muíño también apela a la condición de hijo de emigrantes del presidente de Abanca para recordarle la incidencia que el éxodo tiene en Zas y la consiguiente pérdida de servicios.

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