Con el Xerez tatuado en los huesos

M. Pichel LUGO / LA VOZ

CDLUGO

26 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Héctor Font centrocampista del Lugo

Héctor Font militó hace dos campañas en el Xerez. Allí compartió vestuario con otro rojiblanco, Óscar Díaz, pero no con De Coz, quien había pertenecido a los azulones anteriormente. Guarda el villarrealense un gran recuerdo de su estancia en Chapín, además de llevarla grabada a fuego en sus huesos, pues en su último partido allí se rompió el radio.

«Fue en un choque con Bodipo, y me tuvieron que operar», explica. Esa es la anécdota de una temporada que vivió como una pieza importante en la escuadra jerezana: «Jugué muchos partidos, y hasta el final tuvimos opciones de meternos en el play off de ascenso». No lo consiguieron, pero talló una muesca más en el bastón de su dilatada carrera, pese a tener solo 28 años.

«He estado en ocho equipos profesionales -destaca-, y siempre sacas cosas positivas de todos. Sobre todo, experiencias para encarar problemas. Me siento orgulloso de haber jugado en todos ellos».

Referente en el juego

Tras su paso por el Xerez (en donde aún quedan bastantes compañeros de su etapa, por eso confirma que el partido será especial para él), la pasada campaña Font recaló en el Cartagena, donde no pudo desarrollarse plenamente. Por eso, su paso por el Lugo es también una reivindicación, de su juego, su estilo, su talla futbolística, de la que disfruta todos los domingos la afición rojiblanca, convertido en el referente ofensivo de los de Setién: «Si una temporada no ha sido buena, siempre quieres que cambie la situación».

Pases en ventaja, primer toque... Es muy difícil verle perder un balón. «Mi fútbol es así -confiesa-; pensar rápido y jugar fácil. Aunque a veces es complicado conseguirlo. Yo trato de ayudar a mis compañeros, y de momento la temporada está siendo buena, pero sé que puedo mejorar».

Ha encontrado en el entramado rojiblanco futbolistas que combinan a la perfección con su talento. «Seoane nos da un desahogo tremendo. Pita, una gran tranquilidad con el balón, con sus pausas. Pablo Álvarez y Tonetto son muy verticales, y me favorece, porque me hacen muy fácil el pase. Óscar tiene una gran movilidad... Pero también la defensa está haciendo un gran trabajo, y cuando un jugador destaca es porque el colectivo lo hace bien», sentencia.