El capitán acumula minutos y el ariete, goles decisivos
26 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Si el Lugo se ha significado en un rasgo por encima de los demás en su regreso al fútbol profesional, es por la fortaleza cimentada alrededor de su colectivo. Sin embargo, a punto de alcanzar el ecuador de la competición, a cinco días del fin del 2012, y con el equipo situado en la zona media de la clasificación, no sería raro personalizar (algo que a su entrenador, Quique Setién, no suele gustarle) la evolución rojiblanca en dos jugadores que rompen récords. Por un lado, un recién llegado que se ha situado a la altura de los mejores realizadores de la categoría, Óscar Díaz, con sus nueve dianas. Por el otro, un clásico, el gran capitán, Manu, el único futbolista del equipo que ha disputado todos y cada uno de los minutos en juego en la competición liguera.
Con el club sondeando en el mercado para encontrar un delantero (ya lo hacía antes, incluso, de la lesión de Mauro Quiroga), hay un jugador que se ha reivindicado con goles como el elegido para el puesto. Es Óscar Díaz. El madrileño, después de años de búsqueda de sí mismo en diferentes equipos de Segunda (y en el Mallorca, en Primera), recaló en Lugo. Ya lleva nueve dianas (solo le superan Yuri y Deulofeu, con 11, y Oriol Riera y Jesé, con 10). Pero lo más significativo es la importancia de las mismas. Solo en uno de los encuentros en los que marcó (el Lugo 2-Huesca 4, en el que hizo dos goles), sus tantos no sirvieron para puntuar. Los otros siete que lleva han servido (de forma directa, o como contribución) para que el equipo sume 16 de los 26 puntos que lleva en su haber: el 0-1 al Sabadell y al Almería; el 1-0 al Elche, el 1-1 en Villarreal y Gijón, y el 2-1 al Murcia (el otro fue de Manu), y el 3-2 al Castilla (los otros dos, de Víctor Díaz y Fran Sol).
El incansable capitán
Precisamente, en el gol de Óscar Díaz al Castilla, este se saltó la jerarquía, al adueñarse del lanzamiento de penalti, suerte siempre en manos del incansable capitán, Manu. El ourensano nacido en la emigración suiza es el jugador más respetado por la afición rojiblanca. El héroe que marcó el penalti que valía un ascenso en Cádiz, y el autor del primer gol en Segunda, dos décadas después.
Pero si por algo se caracteriza el lateral izquierdo es por la forma en que, en los últimos años, se ha convertido en una pieza para la que Setién no encuentra sustituto. Tanto es así, que este curso, después de que hace dos jornadas José Juan sustituyese a Yoel en la portería (y primeramente, Seoane fuese cambiado una vez), es el único futbolista que lo ha jugado todo. 19 partidos completos a sus espaldas, y 1.710 minutos avalan el trabajo del jugador. Incluso la llegada de un lateral curtido como Raúl Fuster ha servido para espolear aún más el espíritu combativo del capitán.