Una oferta de Segunda cerca de su casa ha hecho tambalear su pertenencia a la estructura rojiblanca el próximo curso
12 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Anteayer, Carlos Mouriz, director deportivo del Lugo, resaltaba que, en el caso de Héctor Font, no iba a hacer caso de la cláusula de renovación automática de 25 partidos (que tenía en su contrato y no alcanzó), para ofrecerle la continuidad en el club. El propio futbolista agradecía ese gesto: «Es un gran detalle por su parte». Y mientras, deshoja la margarita sobre su porvernir, pues una oferta de Segunda cerca de su casa ha hecho tambalear su pertenencia a la estructura rojiblanca el próximo curso.
Ayer, Héctor disputaba un partido benéfico en Villamarchante, Valencia, para concienciar acerca de la esclerosis múltiple. Y también meditaba sobre su futuro. El Lugo le confirmó que contaba con él para el próximo año. «Me han dicho que están muy contentos conmigo, y yo he estado encantado allí», explicó. Pero otro club ha entrado en la batalla, con una oferta «interesante». El jugador prefirió no dar nombres, aunque ayer se especulaba con la opción del Hércules en algunos medios de comunicación. De todas formas, no quiere demorar su decisión, algo que tiene claro: «Porque no me gustar enredar. No quiero hacer esperar a nadie. Lo mejor para todos es que lo haga rápido».
Font, no obstante, y al margen de hacia dónde le dirija el destino, solo tiene «palabras de agradecimiento» para el Lugo, en donde ha vuelto a reencontrarse con el fútbol.
«Los 14 primeros partidos, antes de la sinusitis, estuve muy bien, fueron muy completos -relata-. Después, pasé por el quirófano, estuve dos meses parado, el esguince de rodilla... Y no es fácil volver a entrar».
«Una propuesta admirable»
Encajó como un guante en el esquema de Quique Setién, en su estilo e ideario futbolístico. «Es una propuesta admirable. Jugamos bien, y gusta porque tenemos un buen trato del balón. Imagínate, me he criado así, en las categorías inferiores del Villarreal, y me sentaba como anillo al dedo», repasa. Jugó de enganche, escudado por dos mediocentros, una posición que él mismo ha ocupado otras temporadas. «Aquí había pivotes muy buenos -elogia-, y era difícil entrar en esa demarcación. Pero como mediapunta puedes arriesgar más, hay menos metros para la portería...».
Pases de primeras, en ventaja para el compañero, han sido su seña de identidad, haciendo fácil lo difícil. «No soy veloz físicamente, pero pienso rápido», resalta. Fútbol divertido de ver «y de jugar». Una espina le queda, el gol. «Me da rabia, si tuviera más... -dice-. Pero en mi carrera no he destacado por eso. Aunque se puede cambiar, siendo más ambicioso, no pensando tanto en el último pase».
En Lugo se reencontró, sí, y si se le dan a escoger, se queda «con un vestuario para quitarse el sombrero, con gente humilde y trabajadora».