El Lugo ha superado reto tras reto desde la llegada de Quique Setién al banquillo del Ángel Carro. Desde ascensos, a rivales ilustres caídos a sus pies, pasando por la histórica posición actual en Segunda, pocos listones se le han resistido a los rojiblancos con el santanderino. Sin embargo, hay un rival y una plaza que se resiste. Una espina por desenclavar: el Castilla en su feudo de Valdebebas.
Tres visitas de los rojiblancos a la nueva Ciudad Deportiva merengue, dos en Segunda B y otra más el año pasado en la división de plata, y tan solo un punto como rédito. Sucedió en la temporada 2010-2011, la del ascenso frustrado por Murcia y Alcoyano, con un empate a dos de tintes épicos. Azkorra y Arroyo pusieron a los rojiblancos 0-2, pero antes del descanso, Pablo Ruiz fue expulsado. En la segunda parte el filial empató, y el Lugo amarró las tablas, en un duelo en el que Setién experimentó con el trivote, formado por Pita, Marcos Rodríguez y el central Javi Selvas.
Al curso siguiente, en el que ambos conjuntos ascenderían, volvieron a verse las caras. La fortuna no sonrió a los lucenses, que cayeron con un postrero gol de Casado (minuto 85). Y ya en la pasada campaña, en Segunda División, los madridistas vencieron por 3-1, con goles de Borja y dos de Morata, por los blancos, e Iván Pérez, de falta directa, por los rojiblancos.
Equipo nuevo
Este año, el Castilla poco se parece al del año pasado. Sin jugadores clave como Jesé, Morata o Tcherishev, el entrenador, Alberto Toril (que empieza a estar cuestionado), ha tenido que construir un equipo con muchos cambios. De momento no ha dado con la tecla. Acusa la falta de gol, solo lleva dos, y no ha sumado ningún punto.
Historia Un campo vetado