Un derbi de alta montaña

Murillo EN ROJIBLANCO

CDLUGO

16 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

También denominado como el derbi de los Ancares, Ponferradina y Lugo dilucidan esta tarde en el Toralín su primer duelo en las alturas de la Segunda División A (noveno contra tercero, separados por tres puntos). Con cuatro y tres años de militancia, respectivamente, en la categoría de plata, ambos clubes conviven con sus máximos momentos de excelencia histórica y esplendor. Días de rosas para dos ciudades hermanas, separadas por una hora de autopista, que permite que ambas aficiones confraternicen en una jornada de rivalidad que deberá marcar el civismo y la deportividad mutua. A eso están llamadas. Los dos llegan en un buen momento al derbi, aunque con matices. La Deportiva, por su condición de local, parte con el favoritismo de actuar en ambiente y campo propios. Además, sus veinte goles a favor le convierten en uno de los más goleadores de la categoría, con Fofo (8 dianas) y Yuri (4) como máximos realizadores, y en esa faceta reside su máximo potencial. Para neutralizarlo, Setién ya ha anunciado que su equipo no puede dejar espacios para evitar sorpresas al contragolpe. Por eso, las pérdidas en zonas comprometidas están prohibidas. Difícil equilibrio, si mantiene su filosofía ofensiva o elige otra más conservadora de apostar por la posesión en zonas de menos riesgo o de escasa presión ajena. Creo que optará por esta última. El Lugo llega con la importante baja de su pichichi Rennella, y tendrá que encomendarse al trabajo colectivo, sin olvidar la apuesta por la calidad de sus hombres de arriba. La gran duda, en principio, y a nivel individual puede estar entre la laboriosidad de Juanjo o la capacidad de desborde de Álvaro Peña en el enganche, y el recuperado Iván Pérez (mucho más polivalente) o la explosividad de Iago en una de las bandas. Para los lucenses, sin duda, es uno de los partidos más difíciles del calendario, por la entidad del rival y el ambiente. Un derbi de alta montaña.