Una muralla con fisuras

M. Pichel LUGO / LA VOZ

CDLUGO

Momento en el que el Lugo está colocando la barrera, antes del lanzamiento de la falta.
Momento en el que el Lugo está colocando la barrera, antes del lanzamiento de la falta.

El gol del Alavés cuestionó la colocación de la barrera del Lugo

18 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Pasado sábado. Mendizorroza. Alavés-Lugo. Sobrepasado el minuto 90. Empate a uno en el marcador. El Alavés tiene una falta a su favor y aprovecha para marcar el tanto de la victoria. El lanzamiento raso de Óscar Serrano sobrepasaba la barrera colocada por el Lugo, y hacía inútil la estirada de Dani Mallo. Una acción que cuestionó la colocación de la barrera rojiblanca.

«La barrera está puesta de antemano. Cuatro, los que nos tocaba. Le comenté a Iván [Pérez]que se cerrara un poco más. Él, junto a Pablo [Álvarez], decidieron salir al tiro de Serrano. Tuvimos la mala suerte de que pasó entre los dos. Una lástima, porque no merecimos perder. Son detalles que había que corregir». Quien así se expresa es Miguel Ángel Tena. Uno de los protagonistas de la acción. Y es que el central, mientras se colocaba la barrera, estuvo un largo rato insistiendo a Iván Pérez, con visibles aspavientos, para que se colocase junto a él, y no quedase el hueco que finalmente aprovechó un jugador del Alavés para colocarse.

Pero no lo hizo, salió a blocar el tiro, que el árbitro había decretado indirecto (por el juego peligroso señalado a Manu). Y el balón atravesó entre Pablo e Iván, camino del fondo de las mallas. Una descoordinación que costó demasiado cara.

«En ese momento, todo el mundo está nervioso. El desgaste. No te da tiempo a pararte a pensar. Yo creía que era lo mejor, cerrarnos más en barrera. Daba igual que dejaras uno libre en el primer palo, porque iba a ir directo a gol», lamenta Tena, que tiene una gran experiencia a sus espaldas en estas lides. Sin embargo, esta vez hubo que lamentar el error.

Un motivo para aprender de esa descoordinación, de la mala suerte de no poder interceptar el cueto. «En otro partido, habrá que cerrarse más», apunta.