Irritaciones y suspicacias

Carlos Melchor DESDE LA GRADA

CDLUGO

07 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El lucense tipo es un personaje tranquilo, apacible, que rara vez pierde los papeles, más bien de carácter frío, a juego con el clima de la ciudad. Otra cosa es que esa calma se mantenga si se siente atacado, ahí la cuestión ya cambia. Entonces ese estoicismo se transforma en irritación con evidentes muestras de enfado. Además, suele tener buena memoria y recuerda perfectamente quién fue el causante de su desasosiego. Evidentemente, ningún buen aficionado rojiblanco había olvidado al colegiado Valdés Aller y tras lo visto el pasado sábado parece que no lo hará. Hubo un detalle en los prolegómenos del partido muy revelador. Durante el paseíllo que se realiza para saludar a rivales y árbitros, un jugador discretamente evitó llevarlo a cabo: Fernando Seoane. Él fue el jugador expulsado por el colegiado castellano leonés durante el Lugo-Sporting de la temporada pasada y 4 fueron los partidos de sanción que le cayeron por el supuesto insulto que provocó la tarjeta roja. El detalle tiene gran significado y da muchas pistas sobre lo que pasó realmente aquel día, más aun si tenemos en cuenta que viene por parte de un jugador del que todos cuentan maravillas a nivel personal por su exquisita educación y comportamiento.

La frialdad del clima del que se contagió por momentos la grada cambió a enfado e ira a medida que pasaban los minutos. Varias jugadas polémicas en el área del Eibar y un más que discutible criterio disciplinario acabaron por desesperar a los menos de 3.000 seguidores que acudieron a presenciar el primer partido del 2014 ante un conjunto vasco que, quizás, fue de lo mejor que pasó por Lugo esta temporada. Y si hablamos de caídas dentro del área, Fran Sandaza suele ser el protagonista de muchas de ellas. Contaba el jugador después de un partido de esta temporada que el árbitro le dijo que no le había pitado penalti a favor porque se «había caído mal». Sin duda, su pobre lenguaje corporal no le ayuda. Y Valdés Aller desde luego que tampoco.