El Barça B es una asignatura pendiente para el Lugo en el Ángel Carro. Desde que lo visita en partido oficial, siempre le ha ganado el filial azulgrana a los lucenses. Desde finales de octubre no conoce la victoria en su feudo el equipo lucense (1 a 0 al Sabadell). Tres meses sin ganar en casa representan una racha más que negativa, solo compensada por los resultados favorables a domicilio de los rojiblancos. El último, el triunfo de Los Pajaritos con el séptimo gol de Rennella en la Liga. A este jugador se aferra Quique Setién como clavo ardiendo realizador. Además, tampoco Sandaza e Iván Pérez serán mañana de la partida, por no haberse recuperado de sus lesiones respectivas. Tampoco la llegada del bético Sergio Rodríguez ayer hace prever un debut precipitado del polivalente jugador andaluz. Por cierto, que Sergio estuvo en un tris de vestir de azulgrana en el pasado mercado estival, pero solo la forma de pago del traspaso (tres millones de euros) lo frustró.
Por eso, digo, el indultado Rennella de Los Pajaritos volverá a actuar casi como llanero solitario. Ojalá que suficiente. Para ello, el Lugo deberá realizar un partido muy completo para romper ese gafe con los catalanes. Para escapar de su juego envolvente, habrá que juntar muy bien las líneas y mantener la presión y la anticipación como las mejores armas defensivas, para salir con rápida circulación de balón, todo ello aderezado de una alta dosis de concentración. El fútbol azulgrana pasa por la dirección magistral de un excanterano del Celta, Denis Suárez. Es la joya de la corona actual de la Masía, y en él están depositadas muchas esperanzas de futuro. Ausentes Deulofeu y Rafinha (cedidos al Everton y Celta), Eusebio cuenta con un plantel muy joven y peligroso arriba con la fuerza descomunal de Dongou como ariete. Ojalá que el Tata le convoque para el primer equipo como vino sucediendo en los últimos partidos. La afición lucense se prepara para asistir en masa a este evento, con el único y exclusivo objetivo de animar sin desmayo. El espectáculo, por el estilo de ambos contendientes, parece garantizado.