No se ha prodigado el Lugo en los remates de cabeza, aunque en los últimos tiempos ha dado un paso al frente en esta faceta. Tan poco se ha destacado, que hasta los jugadores de menor estatura han acercado sus prestaciones a las torres, quienes deberían liderar esta suerte. El último ejemplo, anteayer Iván Pérez, con un formidable testarazo que adelantaba al equipo ante el Castilla.
Los dos futbolistas más bajos del Lugo han marcado de cabeza. Primero fue Pablo Sánchez, ante la Ponferradina (el gaditano mide 1,72 metros), quien colocó en la red un balón que le había llegado casi sin fuerza. Anteayer, el más pequeño, Iván Pérez (1,71), con un remate perfecto, en llegada, de lleno con la frente. Un golpeo que firmarían los mejores especialistas.
Primer gol
Se trataba este del primer gol de Iván Pérez en esta temporada. Estrenaba su cuenta el santiagués, que cada vez que sale a jugar, intenta dar rienda suelta a la potencia que esconde en su pierna izquierda. Hasta ahora, sus chuts no habían tenido la efectividad buscada. Ante el Castilla, probó un par de veces, pero sus lanzamientos lejanos salieron desviados. Ha querido la casualidad que su diana llegara con la testa, no con el pie.
Tras este tanto, quedan por inaugurar su cuenta otros cuatro futbolistas del centro del campo lucense. Iago y Pablo Álvarez, segundos máximos realizadores en la pasada campaña; Rafa García y Sergio Rodríguez, el último en llegar a esta zona del campo.
Tres realizadores
Solo tres futbolistas más han marcado de cabeza en el Lugo este curso. Pero ya corresponden al perfil habitual. El más alto, el delantero Rennella, con su 1,88; un centímetro por debajo, Carlos Pita, que también sabe lo que es golear con la testa. Y el último que lo había conseguido, y uno de los especialistas habituales, Víctor Marco, que con su 1,85 hizo el tanto del triunfo ante el Zaragoza.