Un derbi con dos caras

José M. Fernández

CDLUGO

04 may 2014 . Actualizado a las 15:06 h.

Un derbi con mayúsculas. Por intensidad, pasión e incluso fútbol. Ni al Dépor le llegó con el talento de Rabello -de sus botas salieron los dos pases de gol- y Sissoko ni al Lugo con la tremenda pegada de Rennella. El Dépor mantiene el pulso por el ascenso, pero deja unas cuantas dudas, que casi todas tienen que ver con sus dificultades para mantener un resultado claro al descanso. Hasta entonces, el líder había sido mejor en las dos áreas. Lux apenas había pasado apuros, Ifrán finalizó una gran maniobra de Rabello e Insua volvió a sacar petróleo del balón parado. Afortunadamente para el derbi, la encomiable voluntad del equipo de Quique Setién devolvió la emoción y un punto que al Lugo le sirve para certificar su permanencia. La entrada de Pablo Álvarez cambió el signo de una cita aparentemente resuelta. De las botas del exdeportivista salió el centro al que Rennella le puso la primera firma y él fue el encargado de lanzar la falta que originó el segundo.

Si Setién encontró la respuesta a un partido que le demandaba desborde para alimentar la voracidad de Rennella, Fernando Vázquez insistió en el cambio que tantos quebraderos de cabeza le dio frente al Tenerife. De nuevo le salió mal. Con un Lugo lanzado, el Dépor no apostó por la calma, por mantener el balón y manejar el tiempo con otro centrocampista. Dio el paso atrás al que invita jugar con tres centrales y se dejó dos puntos y la sensación de que defender por acumulación le ha costado otro disgusto.