El Dépor recuperó su identidad durante el primer tiempo, pero se vino abajo en el segundo
04 may 2014 . Actualizado a las 18:26 h.Blanquiazul hasta el descanso y rojiblanco después, el derbi mutó a lo grande en el vestuario.
Solidez blanquiazul
Juan Domínguez manda ante la pasividad lucense
El Lugo tocando y el Dépor cómodo esperando y saliendo a la contra. Así pintaba el derbi en la previa a tenor del precedente de la ida y el estilo habitual de ambos equipos. Nada que ver. Los de Fernando Vázquez salieron mandando al Ángel Carro y durante bastantes tramos del partido Juan Domínguez impuso el ritmo, con Bergantiños como escolta y Rabello de acompañante creativo. El cambio de hombres y sistema devolvió por momentos la solidez a los visitantes.
Conexión Rabello - Ifrán
Un gol y varias buenas acciones al alimón
La recuperación del esquema habitual liberó además a varios futbolistas por delante de la pareja de mediocentros. Se soltó Rabello, menos ocupado en labores de contención. Su juego entre líneas descolocó tanto a la medular como a la zaga lucense que vieron multiplicados sus objetivos. El chileno suministró espacios y balones a Ifrán, que rentabilizó la sociedad en el 1-0 y estuvo cerca de repetir en una falta ensayada al comienzo del segundo tiempo.
Balón parado visitante
Desacierto de Dani Mallo
Rabello fue también el lanzador en las jugadas a balón parado del Dépor (Luisinho era el encargado habitual). Así sirvió el 2-0, perfectamente cabeceado por Insua. Durante el primer tiempo y el comienzo del segundo, el grupo blanquiazul llevó mucho peligro en saques de esquina y de falta. Tuvo que ver el mal día de Dani Mallo, muy inseguro en los centros al área.
Sissoko de solista
Libertad de movimientos para el marfileño
Y si el esquema liberó a Rabello, mucho más lo notó Sissoko. El marfileño se movió por todo el frente de ataque, llegando a alternar la posición de punta con Ifrán y asentándose en ella tras la sustitución del uruguayo. Antes del descanso dejó varias muestras de su enorme talento.
reacción rojiblanca
Pita da un paso al frente
Tras el paso por vestuarios, el Dépor dio un claro paso atrás. Bergantiños, que acumulaba cuatro partidos sin disponer de minutos, perdió protagonismo en la medular y la segunda línea del Lugo se asomó al área visitante. Pita, una sombra en el arranque, comenzó a dirigir sin estorbos el partido.
El nuevo Pablo Álvarez
La entrada del exdeportivista revolucionó a los suyos
El cambio de escenario definitivo se produjo con la irrupción de Pablo Álvarez. El asturiano saltó al campo en el minuto 65 y acentuó el acoso local con sus desbordes y centros al área. De sus botas salieron los dos tantos de los de Setién. Lux demoró el tanto rival durante muchos minutos (como hizo ante la Ponferradina), pero acabó sucumbiendo a la insistencia local.
Balón parado local
Vuelven las lagunas defensivas
Como Rabello en los coruñeses, Álvarez asumió protagonismo también a balón parado. El Dépor reincidió en el segundo tiempo en unos errores en las marcas que parecían desterrados antes del último partido en Riazor. Una falta colgada al área volvió a restar puntos al conjunto de Vázquez, que sufrió especialmente en este apartado durante la primera vuelta.
Decisivo Rennella
Dos goles y un incordio constante en todas las suertes
Los goles de la reacción local los materializó Rennella, al que no fue capaz de frenar ni la zaga de tres centrales. El ariete rojiblanco demostró anticipación, potencia en el disparo y facilidad para el remate.