Carlos Mouriz tendrá que plantearse seriamente el fichaje de un exorcista para la próxima temporada. No es normal que existan equipos con la denominación de origen de bestias negras de los lucenses año tras año. Girona y Alcorcón encabezan esa lista siniestra. Santo Domingo es terreno comanche para el Lugo, y un penalti discutible de un infortunado David Prieto en un amago de agarrón lo convirtió Juli en el enésimo triunfo del Alcorcón sobre el Lugo en Segunda. Antes, con el trivote desplegado por Setién con Rafa García, Pita y Seoane, los locales no habían creado ocasiones de gol durante 53 minutos. Pero Rafa ya había visto la amarilla y el gol empujó al técnico cántabro a buscar la profundidad que le había faltado al Lugo hasta entonces. El doble cambio de García y Pablo Sánchez por Iván Pérez y Pablo Álvarez, sin embargo, apenas aportó más llegada arriba. Solo un pase magistral de Iván al hueco dejó solo a Rennella ante el meta local. No había fuera de juego, pero Enzo cruzó en exceso el cuero. Pudo ser el empate, pero el pichichi lucense también es humano. Y quiso dejar constancia de la escasísima llegada y pegada de su equipo lejos del Anxo Carro. Antes, una galopada del mejor jugador lucense, Iago Díaz, había puesto un balón de oro para empujarlo. No había nadie. Por eso, vivimos de las rentas de los diez últimos puntos en casa de un total de doce disputados. Y hasta las combinaciones nos favorecen para dejar el descenso a seis puntos. Insuficientes, eso sí, por ahora. Hay que lograr tres más, al menos. Sin bajar el pistón, ojo.