Se mantiene en el equipo, haciendo frente a la competencia que todos los años ha llegado a la banda izquierda
27 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Iago Díaz es el espejo en el que se miran todos los juveniles que están realizando la pretemporada con el Lugo. Es el modelo del canterano que convenció a Quique Setién con sus aptitudes, y que se ha hecho un hueco desde que debutara, en edad juvenil, en la Segunda B. Convirtiéndose, primero, en uno de los héroes del ascenso; y después, en un habitual no solo de las convocatorias, sino de la titularidad rojiblanca. Se mantiene en el equipo, haciendo frente a la competencia que todos los años ha llegado a la banda izquierda.
Porque aunque le pega con las dos piernas, Setién lo coloca como extremo zurdo. Un puesto en el que el año pasado le ganó la partida a Ernesto. «En la parte de arriba siempre hay mucha competencia, pero es buena, para exigirse, dar lo máximo en los entrenamientos. Y que sea después el míster el que elija. Es bueno para mí y para el equipo», asegura Iago.
Inicio de curso
Iago ha sabido adaptarse a una categoría muy competida. Ha conseguido, en estos dos cursos en Segunda, mostrar su capacidad realizadora. Una división de plata que ve, cada vez «un paso más cerca de la Primera». Y que para esta campaña les ha deparado un comienzo de aúpa. «En cuanto a nombres, es un inicio de campeonato muy duro. Con rivales que van a estar ahí en la zona alta, a priori. Pero estos últimos años se nos está dando bien jugar contra equipos históricos. No tenemos que tener ningún miedo».
Y para mantener esa capacidad de tratar de tú a tú a algunos de los gallitos de la competición, trabajan en la puesta a punto. Unos entrenamientos que resultan amenos. «Los que ya conocemos al míster y al cuerpo técnico ya sabemos cómo va a ser la pretemporada. Se basa todo en el juego con balón. Es intenso, pero más llevadero», dice. Pese a todo prefiere que haya amistosos: «Lo que nos gusta es jugar, más que entrenar. Cuantos más partidos tengamos, mejor».