La desconocida canalización será objeto de impermeabilización y musealización
28 feb 2018 . Actualizado a las 20:59 h.Una pequeña parte de una gran cloaca que dirigía las aguas fecales del Lugo romano al cauce del río Miño será musealizada y convertida en un centro de interpretación. El valioso hallazgo se produjo durante una excavación realizada a principios de los años noventa. Se trata de la parte de un colector de una anchura de metro y medio, aproximadamente, que forma parte del yacimiento que se encuentra en la parte posterior de la sala de exposiciones Porta Miñá y que en la actualidad no tiene repercusión en cuanto a visitas por ser un hallazgo muy desconocido para la ciudadanía.
Dentro de las actuaciones incluidas en la estrategia Dusi fue elaborado un proyecto para salvar esos restos, por momentos inundados como consecuencia de las filtraciones de agua. Además de la musealización está prevista la creación de un centro de interpretación. El presupuesto estimado para la ejecución de los trabajos, que entran dentro del proyecto de revitalización del barrio do Carme, es de algo más de 270.000 euros. El ochenta por ciento de la financiación corresponde al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
La cloaca está en un semisótano cuyo acceso se encuentra tapado con una losa. Tiene una escalera con unas dimensiones que incumplen la ley de accesibilidad, tanto por su anchura (un metro) como por la pendiente, demasiado elevada, según recoge el proyecto de nuevo centro expositivo.
Quienes se encargaron de preparar el proyecto para la futura instalación detectaron en el interior del yacimiento localizaron una corriente de agua en el fondo y apreciaron que los muros tienen abundantes exudaciones y pequeñas zonas de salida de agua. «Debido a estas filtraciones, el local se encuentra parcialmente inundado. Existe un pozo de bombeo en la zona oeste, con bomba incluida en el mismo, aunque está fuera de servicio», concluyen los autores del estudio.
Los planes para el lugar pasan también por la realización de sondeos arqueológicos, concretamente tres, en el entorno del barrio del olvidado barrio de O Carme. En el presupuesto de la obra se incluyen dos arqueólogos, la limpieza, datación e inventariado de las piezas para su embalaje y posterior depósito en el museo. Los trabajos incluyen, además, una actuación arqueológica de excavación en el interior de la canalización y la restauración de la misma.
Puesta en valor
Es realmente increíble que los organismos con implantación en la ciudad no luchen sin descanso por poner en valor la gran riqueza del Lugo Romano. Hay piezas desperdigadas por toda la ciudad, incluso algunas pueden estar en casas particulares y otras en rastrillos. ¿Se imaginan una urbe como Lugo con la puesta en valor de todos sus restos? Desde luego que convertirían a la ciudad en una gran potencia del turismo.
Un nuevo pozo de bombeo y hasta un posible ascensor
El proyecto prevé un saneamiento total de las instalaciones que comenzará con el taponamiento de las vías de aguas. Para evitar las filtraciones del terreno, mantendrán el actual pozo de bombeo y pondrán otro para no tener que atravesar la zona con tubos de drenaje.
Tras la impermeabilización, serán ejecutadas las instalaciones eléctricas y las de emergencia. El suelo será rellenado con material filtrante y lámina geotextil.
El actual acceso, dicen los técnicos, no permite una entrada adecuada al no poder poner escaleras que permitan la comunicación con el patio posterior del museo. Cabría la posibilidad de instalar un ascensor, pero se convertiría en acceso único, sin permitir la evacuación en caso de emergencia.
El hallazgo de una moneda de Constans, clave para fijar que la obra es del siglo IV
En el centro de interpretación está previsto que se ofrezca información a los visitantes sobre los diferentes tipos de galerías de las cloacas así como otros datos históricos que ayudarán a entender como los romanos ya disponían de un avanzado sistema de canalizaciones.
El yacimiento romano de la cloaca está en el entorno del antiguo matadero, que fue construido en el año 1893 y remodelado en los años 90 del siglo XX para sala expositiva. En una intervención llevada a cabo en 1992 por los servicios municipales de arqueología, fue localizado un pavimento romano a 1,40 metros de profundidad. La mayor intervención arqueológica fue en 1994 con la realización de dos catas. En una de ellas se descubrió el contorno del colector o cloaca. Tiene una longitud descubierta de 13 metros y un desnivel de 6,76%. La anchura exterior es de 1,50 metros. La construcción se sitúa a mediados del siglo IV debido a la moneda de Constans encontrada en una zanja.