El Lugo pudo golear al Osasuna y cayó con un gol en el último minuto
02 dic 2018 . Actualizado a las 19:19 h.El Lugo no pudo hacer nada más ayer en Pamplona para sumar los tres puntos en el terreno de juego de uno de los equipos más fuertes en casa de la categoría. Los rojiblancos les pasaron por encima a los navarros durante gran parte del encuentro y dispusieron de numerosas ocasiones, también alguna muy clara los locales, para llevarse los tres puntos para terminar perdiendo con un gol en un remate mordido de Íñigo Pérez que entró llorando en la portería visitante.
Los pupilos de Alberto Monteagudo despacharon los mejores 45 minutos de la temporada en un campo en el que nadie se había atrevido a cuestionar la superioridad del Osasuna.
El susto inicial en un remate de los locales que salvó de manera providencial Juan Carlos fue solamente un espejismo del aluvión de fútbol vertical y de contragolpe que iban a recibir los navarros. Primero Herrera en dos oportunidades, luego Lazo en un uno contra uno y después Escriche también solo ante Rubén marraron ocasiones cuando hacer gol era lo más sencillo. Seguro que visto el primer tiempo de ayer en A Coruña se están preguntando si el portero que defendió la meta de Riazor es el mismo que ayer salvó el solito a su equipo de perder el partido antes del descanso.
Con una gran sensación de seguridad y la desazón de no haber sido capaces de transformar en gol ocasiones cantadas para los rojiblancos llegaba el descanso con los osasunistas conscientes de que se habían salvado de encajar varios goles solo de manera milagrosa.
Los de Jagoba Arrasate salieron dispuestos a cambiar las cosas en la reanudación, pero su empuje apenas les duró siete minutos, los que precisó para que la banda izquierda de los rojiblancos volviera a funcionar y Lazo y Kravets volvieran a convertirse en un peligro para los osasunistas. Las ocasiones volvieron a sucederse, pero las intentonas lucenses se encontraban una y otra vez o con Rubén o con remates poco acertados.
El empuje visitante obligó a los pamplonicas a modificar su esquema, pasando a jugar en casa y ante el estupor de su público con defensa de cinco. De esta manera lograron contener en parte las acometidas del Lugo, pero tampoco consiguieron llegar con peligro.
El empate no parecía satisfacer a Monteagudo, que determinó arriesgar con la entrada de dos delanteros frescos en lugar de los otros dos que se habían vaciado durante todo el partido y estaban exhaustos. Los cambios sirvieron para mantener la presión, pero no mejoraron el acierto rematador, único lunar de los rojiblancos en la cita de ayer.
En el tramo final parecía que el partido se encaminaba a un desenlace sin goles, pero los osasunistas disfrutaron de su mejor ocasión en un remate a bocajarro que salvó milagrosamente Juan Carlos.
En un balón sin aparente peligro que le cayó a Íñigo Pérez, que ayer reaparecía después de dos meses, el delantero lo remató muy mordido, pero su lanzamiento entró mansamente pegado al palo en lo que sería el único gol del partido y obligaba a los rojiblancos a regresar de vacío del que fue con diferencia su mejor partido de la temporada.
Osasuna: 1 ?Rubén, Oier, Fran Mérida, Aridane (Íñigo Pérez, min. 45), C. Clerc, R. Torres, Rubén García, Unai García, Lillo, Juan Villar (Xisco, min. 78) y Kike Barja (Nacho Vidal, min. 67).
Lugo: 0. Juan Carlos, Kravets, Josete, Vieira, Campabadal, Seoane, Azeez, Iriome (Sergio Gil, min. 85), Lazo, Escriche Juan Muñiz, min. 81) y Herrera (Jona Mejía, min. 65).
Goles: 1-0, min. 89: Íñigo Pérez.
Árbitro: Varón Aceitón (Balear). Amonestó a Escriche, Aridane, Kravets, Juan Villar
Incidencias: Encuentro disputado en el estadio del Reyno de Navarra de Pamplona ante una regular asistencia de aficionados.