
Sigue la tendencia de entrenadores jóvenes y sin experiencia en la categoría, muy del gusto de Tino Saqués y la directiva
14 oct 2020 . Actualizado a las 15:52 h.El Club Deportivo Lugo ha elegido como nuevo entrenador de la primera plantilla al franco-tunecino Mehdi Nafti. Lo ha hecho apenas unos días después de la destitución de Juanfran García. El exinternacional de Túnez como jugador se convertirá en el décimo entrenador del conjunto franjirrojo en los últimos cinco años, y firma hasta final de temporada. El técnico, de solo 42 años, llega procedente del Badajoz, de Segunda División B. Tenía un preacuerdo con un club de su país, el Etoile Sportif du Sahel, pero se ha echado atrás en el último momento para firmar con el conjunto lucense.
Nafti tiene ya una carrera consolidada como técnico en el fútbol español. A pesar de su juventud, ya ha entrenado a tres conjuntos de Segunda División B. Debutó en el Marbella en la temporada 2016-17, equipo en el que estuvo durante solo ocho meses. Abandonó la entidad en marzo del 2017 tras 28 encuentros disputados. Comparte pasado, por lo tanto, con el actual director deportivo del Lugo, Jorge de Cózar. Tras unos meses de parón, Nafti fichó por el Mérida, un equipo que se encontraba inmerso en una crisis de resultados en aquellos momentos. Aterrizó allí en verano de ese mismo año, pero no pudo cumplir los objetivos que el club le había impuesto y fue despedido ese mismo diciembre. Sin embargo, solamente tres meses después, regresó al club para un último intento de salvación. Llegó de nuevo en marzo, con apenas once partidos por disputar. Con un récord de tres victorias, cinco empates y tres derrotas, su equipo descendió en el último partido del curso, ante el Coruxo. Nafti no pudo contener las lágrimas en rueda de prensa esa misma tarde y se despidió del club sin el objetivo cumplido, pero con el cariño de los aficionados extremeños bajo el brazo.

Sin entrenar desde febrero
En su última experiencia hasta el momento, Nafti entrenó al C.D. Badajoz durante el período comprendido entre octubre del 2018 y febrero del 2020, en el que se ganó el apoyo de la afición blanquinegra llegando a jugar los playoffs de ascenso a Segunda División en la temporada 2018-19, y dejando al equipo cuarto en el momento de su destitución tras una derrota en casa del Algeciras. De nuevo, una directiva prescindía de sus servicios mediada la temporada. Desde entonces, Nafti no ha dirigido ningún partido como primer entrenador. Nafti llega apenas tres días después de la destitución de Juanfran García, quien ha batido el récord como técnico más efímero de la historia del Lugo, con solo 103 días y once partidos en el cargo.
El Lugo, por lo tanto, firma a un entrenador que ya conoce el país, tanto de jugador como de entrenador, pero que todavía no ha entrenado ni un solo minuto en Segunda División desde que ejerce como técnico. Quienes le conocen, le definen como una persona muy temperamental, activa en el vestuario, gran gestor de grupos y con gusto por el intervencionismo durante los partidos. Como jugador, gozó de una carrera larga y fructífera. Internacional con Túnez en 32 ocasiones, jugó fuera de España en Toulouse, Birmigham o Aris de Salónica. En nuestra liga, hizo carrera en Cádiz, Real Murcia, Real Valladolid y Rácing de Santander, donde mejor rindió y donde dejó un gran recuerdo. Fue un centrocampista defensivo aguerrido, que consiguió su mayor éxito con la victoria en la Copa África de Naciones de 2004, donde Túnez se coronó como la mejor selección del continente.

Nafti se echó atrás tras un acuerdo con otro club
Sin duda, la clave del fichaje de Mehdi Nafti por el Lugo ha estado en su situación actual. El pasado día ocho de octubre, hace menos de una semana, el técnico tunecino confirmó su incorporación al Etoile Sportif du Sahel, un equipo de su país. Contra todo pronóstico, en la tarde de ayer rescindió ese mismo contrato con el equipo magrebí para poder firmar con el Lugo. Un visto y no visto en las oficinas de un club que pierde a su entrenador tras solo cinco días de contrato. Nafti, que llevaba desde febrero sin entrenar, firma con dos clubes en apenas cinco días. La intervención de Tino Saqués, quien, según algunas fuentes, ha sido el principal artífice del fichaje, ha sido vital para cerrar el acuerdo. Se le vio en el día de ayer, salir de un restaurante de Lugo con Eugenio Botas, representante de Nafti.
Esta desvinculación del club tunecino, desvelada por el medio Gnet, de ese mismo país, se ha justificado desde dos puntos de vista. El primero, el propio Nafti, que ha alegado «motivos familiares» para echarse atrás. El segundo, según este medio, la presión de los aficionados del club, que exigían un técnico «experimentado, que pudiese devolver al club a la senda de la victoria». En alguna otra ocasión, Nafti ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de actuar en situaciones complicadas. La temporada pasada, en una rueda de prensa posterior a una derrota del Badajoz, su equipo, defendió a sus jugadores de la siguiente manera: «Lo que me hagan a mí, me da igual. Ahora sí, el que toque a mis jugadores, le arranco la cabeza». El diálogo directo, una característica del franco-tunecino.
Se confirma una tendencia
Este fichaje, en definitiva, no hace más que refrendar la tendencia que sigue el Consejo de Administración del Lugo con respecto a los entrenadores de la primera plantilla en los últimos dos años. En este período, seis entrenadores han ocupado el banquillo franjirrojo: Francisco Rodríguez, Javi López, Alberto Monteagudo, Eloy Jiménez, Curro Torres y Juanfran. Todos ellos, salvo Javi López, no conocían la categoría. Algunos, incluso, ni siquiera habían entrenado a primer nivel, como el propio Juanfran García. Esta estrategia, muy del gusto de Tino Saqués, se basa en firmar a técnicos jóvenes, con hambre y con poca o muy poca experiencia. Por el momento, es difícil valorar el éxito de la misma. Por una parte, el Lugo se ha conseguido mantener en Segunda en este tiempo. Por otra, ninguno de estos entrenadores han durado más de un curso, algo que irrita a un sector de la afición, que acusa a la dirección de despachar entrenadores con demasiada facilidad.